Lan shui (transmigración- reencarnación).

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-Majestad es un placer poder estar en su presencia- expreso la joven con gran devoción cosa que llamo la atención del líder.

-Ya veo, acompañen a la joven a sus aposentos- señalo enviando a la chica a la habitación de Madam Wen.

''Que rápido'', ''ni respirar el aire me dejo'' pensó la joven ''será mas fácil de lo que crei'' concluyo.

Al llegar el día del asedio ella se paro frente a Wen Xu y se entrego como rehén, con gusto se retiraron con la Madam dejando intacto el clan, de esa forma las barreras aun permanecían en secreto. Como lo espero soltó una de sus fragancias al estar frente a Wen Ruo Han, esta provoco que el contrario se sintiera atraído por ella, ahí supo que valió la pena recrear feromonas.

El líder comenzó a cortejarla día a día con preciosos regalos y atenciones, era tan respetuoso que por un momento le dio pena saber que lo mataria despues.

mantenía contacto con los demás atreves de un hechizo mental que lo comunicaba con Wangji y A-ying por medio de la meditacion, enviándoles fechas y tácticas de ataques, así evitaron los asedios a los clanes y ayudaron a varios mas pequeños.

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la hermosa joven se dirigía escoltada hacia el pabellón principal con sus nuevas túnicas rojas y adornos a juego, cortesía del líder, que hacían resaltar aun mas su belleza, fue invitada a desayunar con El como todas las mañanas desde que llego a aquel lugar.

Las puertas se abrieron exhibiendo el gran salón sofocado de energía resentida por el hierro Yin, pero en cada paso que ella daba disipaba esas oscuras nubes liberando una leve y apenas visible aura celeste a su alrededor.

-Mi Señor ¿Cómo se encuentra esta mañana?- pregunto la joven tomando la mano que el lider le ofreció para acomodarse a su lado en el trono.

-Mejor ahora que puedo apreciar tu belleza, tu sola presencia me contenta- respondió besando la delicada mano de la contraria, mientras observaba con detalle y orgullo como ella vestía y modelaba sus regalos.

-Me alegra poder complacerte, Gracias por el vestido, es realmente bellísimo- expreso la joven dando una pequeña vuelta luciendo la prenda con total satisfacción.

-Mmm, permíteme decirte amada mía que luces increíblemente radiante, las hadas deben estar celosas de tu hermosura- comento el hombre provocando que la joven riera ante sus ocurrencias.

-Permíteme presentarte a mi nuevo aliado, acércate para que la futura señora Wen te conozca- demandó el hombre a una tercera presencia de la cual no se había dado cuenta se encontraba allí.

-Meng Yao a su disposición Majestad- dijo el joven dejando atónita a la mujer, quien salió de su ensoñación cuando el líder le pidió retirarse junto nuevo para discutir el informe sobre otra pieza del hierro Yin con su general.

-¡Que carajos haces aquí!- gritó la joven una vez dentro de la vacía biblioteca y puesto el talismán de silencio.

-Eso debería preguntarle yo a usted o debería pedir perdón por mi osadía a la futura señora Wen- respondió con sarcasmo y cierta pisca de celos, que ella creyó fue capaz de captar.

-A-Yao es peligroso estar aquí, aun que...dejando eso de lado...¿Cómo fue entraste? ¿traicionaste a Mingjue?- pregunto la joven dándole la espalda para no verle a la cara temía por su respuesta, esperaba equivocarse.

-No,.. no podría traicionar a Da-ge, logramos evadir el ataque y con un par de haces bajo la manga llegue aquí, temía por usted- exhalo como si llevase un peso sobre si y lo liberase de repente luego de tanto tiempo.