Lan shui (transmigración- reencarnación).

19

-¿Que ocultas A-Yao ?- Cuestionó la joven levantando su rostro del pecho del nombrado para mirarlo fijamente a los ojos.

-Esto no puedo decírtelo, no es algo malo, no lo sabrás por un tiempo, corto, es algo así...como una sorpresa...-Respondió rápido queriendo evitar cualquier confusión, acaricio las manos de A-shui atrayéndola aun mas a si, depositando un suave y cariñosos beso sobre sus labios.

-No me mires de esa forma A-mei, no voy a decirte, se arruinará la sorpresa, además todavía debo hablar con Xichen-ge, Lan Wangji y Wei wuxian... vás a tener que tener mucha paciencia- Dijo apretando las mejillas de su amada para besar sus acaramelados belfos.

La joven se dejo hacer sabiendo que su cara de cachorrito no lo convencería con lo decidido que estaba a seguir con su plan, solo le quedaba esperar hasta que sea el tiempo. De un momento a otro sintió que su compañero se removía para levantarse acomodando sus vestimentas.

Lo observo algo confundida hasta que él se acercó nuevamente para ayudarla a arreglarse y luego cargarla en brazos al estilo princesa, A-shui sintió su rostro enrojecer furiosamente por la acción repentina.

perdiéndose en el rostro de su hombre recordó- Si vas a pedir una reunión con los enamorados, pídesela cuando estén terminando de comer o estén cerca de todos... no los busques si se separaron de la multitud o están en su habitación- Aconsejó escondiendo su rostro en el hueco del cuello del contrario que sentía pequeños besos depositados en la zona, sin sospechar que su enamorada dejaría unas notorias marcas de territorio allí.

Lan Mei aprendió por las malas que: a una pareja tan apasionada como esta no se la busca cuando se hayan separado del resto. 

Hace unas semana ella caminaba por el bosque pensando en su situación y los errores que cometió, culpándose de todo, cuando  escuchó unos ruidos ahogados, quiso acercarse a ver que fue pero una voz la interrumpió.

-Ah! Lan Zhan no seas tan rudo.. Ah! romperás a este joven maestro- bromeaba el nigromante provocando al Lan.

-Mmm..No... Wei Ying merece su castigo- Contesto sin una pisca de vergüenza ejerciendo mas fuerza en su estocada logrando sacarle otro gemido al contrario.

-Ah! Lan Zhan... desvergonzado... Aah lo siento Aa! era broma.. Ah Lan Zhan espera Mmm!- Siguió jadeando dejando atónita a la joven que se encontraba a unos pasos de allí siendo escondida por unos arbustos.

A paso lento se fue alejando de ahí y unos metros lejos se echó a correr, al llegar a la habitación su padre la sacó de su estado de shock, preocupado por su estado agitado y su rostro rojo.

Horas después a la hora de la cena volvió a enrojecer por completo cuando Lan Wangji  se presento en el comedor con una disculpa de parte de Wei Wuxian por no poder asistir. 

El rostro completamente sereno de su primito, no tan inocente como aparentaba, hizo que la joven escupiera su comida, intentando esconder su risa detrás de la tos, jamás creyó que el segundo Jade estuviese tan orgulloso de su ''gran hazaña'' como para dejar escapar una pequeña mueca de felicidad  y arrogancia en su rostro al comunicar que su amado no se encontraba en condiciones para levantarse de su cama..

Si de algo estaba segura es que no podrá olvidar el sonido de los aplausos...ni el diligente desempeño de su familiar... Realmente los Lan son apasionados empedernidos... 

Pobre Wei Ying, ella ya tiene en mente cual será su regalo de bodas para la activa pareja... una suave cobija y una cómoda silla de ruedas, por que a este paso puede que su querido amigo quede lisiado de tanto papapa tacataca.