Despierta transpirando a causa de una pesadilla. Suspira aliviado. Un sueño. Nada más que eso.
Se incorpora en la oscuridad para buscar el interruptor y su cabeza golpea contra una superficie dura. En ese momento empieza a comprender que no fue una pesadilla.
En el sueño sufrió un ataque cataléptico. Se encontraba entre extraños, no sabían de su mal y lo enterraron creyéndolo muerto.
Pero estaba vivo y el ataque cesó. ¡Ojalá no hubiera cesado! ¡Ahora se encuentra enterrado en vida!
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Microcuentos de terror (volumen II)
HorrorContinuación de mi anterior libro "Microcuentos de terror". Como tal, en este libro empezaremos a partir del microcuento No. 201. Los textos rondan alrededor de 100 palabras, se leen en cuestión de segundos. Agrega el libro a tu biblioteca y disfrut...