—Te amo, siempre estaré a tu lado, y nunca, nunca te abandonaré —era su oración favorita.
Y yo, terca y masoquista, la había guardado en una mini-grabadora y solía repetirla una y otra vez en la soledad de mi habitación mientras el dolor fluía en forma de lágrimas y sollozos.
A veces, cuando el dolor y la desesperación eran tal que creía que iba a morir, bajaba a la cripta y ponía la grabadora entre sus labios resecos. Así, al menos por un momento, él volvía a hablarme.
—Te amo, siempre estaré a tu lado, y nunca, nunca te abandonaré.
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Microcuentos de terror (volumen II)
HorrorContinuación de mi anterior libro "Microcuentos de terror". Como tal, en este libro empezaremos a partir del microcuento No. 201. Los textos rondan alrededor de 100 palabras, se leen en cuestión de segundos. Agrega el libro a tu biblioteca y disfrut...