De los Miller, recién llegados a la ciudad, se dijo que eran vampiros. Pero yo no creía en patrañas. Así pues, en cierta ocasión que me invitaron a hacer negocios con ellos, no dudé en aceptar. Vivían con esplendor y yo ambicionaba rodearme de similar opulencia.
Sin embargo, algún tiempo después, ellos eran más ricos y yo me encontré en la miseria. De alguna manera se habían quedado con todos mis bienes.
Solo entonces supe que la palabra vampiro tenía otra acepción: Persona sin escrúpulos que se enriquece a costa de los demás.
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Microcuentos de terror (volumen II)
HorrorContinuación de mi anterior libro "Microcuentos de terror". Como tal, en este libro empezaremos a partir del microcuento No. 201. Los textos rondan alrededor de 100 palabras, se leen en cuestión de segundos. Agrega el libro a tu biblioteca y disfrut...