Mi Novio Es Una Chica - Lumity • Vinira

Capitulo 41: Primera Vez P/3

(Contenido explícito +18)

Amity había entrado en ella sin previo aviso, era cierto que ésta era su primera vez, también era cierto que eso le había causado un pequeño dolor, uno tan dulce y tan agudo a la vez que instintivamente había cerrado sus ojos, a causa de la nueva sensación. No pasó mucho tiempo para que el dolor pasara a segundo plano.

Los sentidos de Luz estaban cegados por la excitación, no conforme con eso, sintió la lengua de Amity dar un lametazo sobre su clítoris mientras dos de sus dedos se movían dentro de ella.

Luz sentía no poder más, tenía ganas de gritar, gritar tan fuerte sin importar que la chofer de Amity pudiese escucharla, pero no... no podía, sería algo muy bochornoso y aún tenía algo de pudor. Luz sentía como su cuerpo se llenaba y temblaba de una forma maravillosa.

No pasó mucho tiempo más para que un orgasmo desgarrador la golpeara, su primer orgasmo, el primero de muchos más. Se estaba haciendo adicta a esa sensación, la estaba amando.

—Vas a matarme... —Luz le dijo entrecortadamente y con la respiración irregular.

—Pero de placer —murmuró Amity inclinándose para besarla, sus labios eran exigentes y firmes acoplándose perfectamente a los suyos.

Luz no pudo evitar gemir, su corazón se había disparado y la sangre le bombeaba por todo el cuerpo. Sentía deseo, un deseo caliente e intenso invadiéndole por todo el vientre.

La deseo, la deseo con locura.

Era lo único en que podía pensar Luz mientras gemía sin apartar los labios de su boca.

—Es mi turno —anunció Luz incorporándose para quedar frente a Amity, frunció los labios cuando la vio negar con el dedo índice mostrando una sonrisa divertida—. Dije que es mi turno —repitió intercambiando las posiciones y ahora quedando sobre ella.

Amity intentó levantarse, pero Luz fue más ágil sosteniéndola de las manos. Ambas suspiraron al sentir su cuerpo rozar haciendo que sus pechos se unieran. Amity cerró sus ojos al sentir los labios de Luz descender desde su cuello hasta sus pechos donde hábilmente jugueteó con ellos para luego bajar lentamente desde su abdomen hasta su centro.

Todo fue tan repentino que Amity no tuvo tiempo de objetar palabra antes de sentir como Luz le abría las piernas con desesperación. Su mirada se había oscurecido de completo deseo al observar su centro palpitante, está de más decir que no espero mucho tiempo para adentrar su lengua en ella y saborearla. En ese momento Amity soltó un ronco gemido que salió desde lo más profundo de su pecho. Sus caderas se movieron contra la boca de Luz, la necesitaba, ansiaba sentir más de ella.

—Dios mío... —murmuró al sentir como Luz deslizaba sus dedos y acariciaba suavemente su clítoris, trazando círculos muy despacio—. Se siente muy bien...

—¿Te gusta? —preguntó Luz sintiendo como Amity en un instinto de reflejo comenzaba a trazar círculos con sus caderas, al compás de los movimientos de su mano sobre su centro—. ¿Lista?

—Luz yo...—

—Va a doler un poco —le susurró en voz ronca. Amity estuvo a punto de responderle cuando sintió una pequeña punzada de dolor atravesar su cuerpo cuando dos de los dedos de Luz la penetraron completamente—. ¿Duele? Me moveré hasta que tú me lo pidas.

Amity solo pudo suspirar entrecortadamente sintiendo la molestia entre sus piernas, pero luego sintió la boca de Luz en su centro y sus ojos instintivamente se cerraron sintiendo los dedos inertes aún dentro de ella. Era alucinante. La punzada de dolor poco a poco iba desapareciendo.

—Puedes moverte... —articuló Amity manteniendo los ojos cerrados y la respiración entrecortada. De a poco comenzó a mover sus caderas sintiendo los dedos de Luz moverse de manera suave a la par que ella. Cada penetración de sus dedos acompañada por su lengua era la gloria—. Oh mierda...