IV

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Esa noche Luo Binghe tuvo un sueño increíble.


Soñó con un hombre que extendía las manos hacia él y cuyos largos cabellos negros ondeaban con el viento.


También le sonreía con afecto y lo abrazaba de manera aún más cálida.


El florista se despertó al darse cuenta que respiraba de forma irregular.


Las almohadas a su alrededor estaban completamente húmedas a causa de sus lágrimas.


Sin embargo, la sensación de calidez que sentía en su corazón no se desvaneció en ningún momento.

UN LENGUAJE QUE SOLO NOSOTROS CONOCEMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora