Abrió los ojos lentamente, pestañeó un par de veces para despejar la vista y observó la mesa junto a la cama. Notó la hora en el reloj digital, cuyos números blancos parpadeaban, y frunció el ceño. Se había despertado antes de que sonara el despertador. Suspiró, hundiendo la cabeza en la almohada.
El tan esperado día finalmente había llegado, y los nervios lo devoraban como un enjambre de abejas. Decidió no levantarse de inmediato, prefiriendo tomarse un momento para reflexionar. Pasó una mano por su cabello desordenado y se estiró, sintiendo los músculos tensos.
Desde que su mamá le dio la noticia de su transferencia a la nueva escuela, sentía una mezcla de emociones. Por un lado, la idea de reunirse con sus dos mejores amigos lo llenaba de alegría, pero al mismo tiempo, la incertidumbre sobre lo que le esperaba en la nueva institución lo mantenía inquieto. Suspiró, mirando al techo con expresión pensativa.
Más rápido de lo esperado, llegó la hora de levantarse. Se sentó en el borde de la cama y, por alguna razón, en lugar de levantarse de inmediato, se quedó mirando un zapato en la esquina de la habitación.
El suave chirrido de la puerta abriéndose lo sacó de su ensimismamiento. Su madre asomó la cabeza lentamente. —Oh, estás despierto —dijo, sorprendida. —Listo para tu primer día —agregó con entusiasmo.
—¿Sí? —respondió con un murmullo dubitativo.
—Vamos, cariño —continuó su madre, entrando en la habitación con una sonrisa tranquilizadora. —Mira el lado positivo: Law te acompañará y no estarás solo —trató de animarlo.
Suspiró. —Quizás estoy exagerando —admitió en voz baja.
La mujer se acercó con pasos suaves y se sentó a su lado, acariciándole la espalda. —No estás exagerando —murmuró con dulzura. —Es normal estar nervioso, pero estoy segura de que te adaptarás rápidamente.
Killer asintió con una sonrisa. —Gracias, mamá. Supongo que debería dejar de preocuparme tanto.
—Exacto, cariño —respondió, despeinándole el cabello con cariño. —Aprovecha esta nueva oportunidad para hacer amigos, aprender cosas nuevas y disfrutar de la escuela. Estoy aquí para apoyarte en todo momento —aseguró antes de levantarse con un suave suspiro. —Ahora ve a ducharte mientras preparo el desayuno —indicó al retirarse.
Killer cerró los ojos y respiró hondo, permitiéndose un momento de tranquilidad antes de enfrentar el día.
Decidió levantarse, estirando sus músculos cansados, antes de dirigirse al baño para darse una ducha. El sonido del agua resonaba en la habitación, envolviéndolo en vapor mientras las gotas calientes acariciaban su piel. Su mente vagaba entre las posibilidades que le esperaban en su primer día.
Al salir de la ducha, Killer se vistió con el uniforme escolar, ajustando cada detalle con cuidado.
Bajó las escaleras y Sadie le sonrió desde la mesa, donde ya había puesto el desayuno.
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Destino
Fiksi PenggemarKiller acaba de empezar su nueva vida en la preparatoria Grand Line. Las cosas parecen ir bien los primeros días. Hasta que su camino se entrelaza con el de alguien más, después de eso las cosas empiezan a cambiar en su vida. •••••••••••••••••••••••...