Marta

52 2 0
                                    

-Estás loca.
-No.
-Sí, y das asco.
-Cállate, déjame en paz.
-Ahora soy tú. Formo parte de ti. Yo estaré a tu lado siempre, nunca te abandonaré...

Y Marta no aguantó.

Susurros.
Voces.
Gritos.
Quería ver sangre.

No quería marcharse.
Pero alguien la empujó al vacío una noche de domingo.

Querida Marta,

Todo estaba en tu cabeza.
Luchabas contra algo irreal que tu inventaste.

Querida Marta,

¿por qué marchaste?

Muerte en vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora