Capítulo 7: Por ti.

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K e y l a

—Serás una maravillosa reina algún día Keyla, lo sé. —dijo con cariño la misma mujer que siempre aparece en mis sueños, mientras le acariciaba el cabello a la niña con ternura.

—Y podré ayudar a todos en el reino, ¿Verdad, tía Nat? —preguntó ilusionada la pequeña que estaba sentada en sus piernas.

—Así es, pequeña. —respondió su tía regalándole una sonrisa que expresaba puro orgullo. —Yo solo espero poder estar ahí junto a ti cuando ese momento llegué.

—Claro que estarás ahí, no irás a ningún lado. Estaremos juntas. —dijo la pequeña abrazando a su tía en el proceso. —Además, cuando sea reina podremos comer helado todos los días, porque yo seré la ley. —exclamó la pequeña con autoridad, haciendo reír a su tía por sus ocurrencias.

—Eso ya lo veremos.

¿Tía Nat?

¿Quién?

¿Qué pasó?

¿Dónde estoy?

Traté con todas mis fuerzas de levantarme del suelo, pero no podía, no tenía fuerza, me sentía débil. Mis piernas no cedían al igual que mis brazos, me encontraba tirada en el suelo boca arriba.

¿Qué diablos fue lo que me pasó?

Mi vestido se encontraba desgarrado hasta las rodillas, prácticamente destrozado, lo sabía porque podía sentir cómo el largo del vestido ya no estaba, mi cabeza dolía a horrores, sentía un leve zumbido en mis oídos y tenía la vista nublada, no veía nada.

¿Estaré drogada o sedada?

El pánico comenzó a apoderarse de mí, estaba convirtiéndome poco a poco en presa del miedo y el hecho de no poder moverme ni ver nada me aterraba, ni siquiera tenía idea de qué me había pasado o dónde estaba.

Mis ojos comenzaron a cristalizarse, y estaba empezando a hiperventilar, el miedo era inmenso. En eso escuché unos pasos acercarse, por unos segundos la esperanza volvió a mí.

Tal vez me encontraron.

Oh pequeña, respira...no me encontraron. La esperanza desapareció y le dió paso al miedo. —No tengas miedo. No te haré nada... Por ahora. Esto es como un sueño, pronto despertarás de tu pesadilla. —era aquella voz, pero no era solo su voz, él estaba aquí, podía sentir su presencia.

Deluyuzc...

Trate de hablar, pero mi boca no se movía. Y el miedo creció.

No puedo comunicarme con Aurora.

Pronto estaremos juntos, y entonces comprenderás por qué te necesito y... Por qué tú me necesitas a mí. Cada muerte valdrá la pena si es por ti, ya lo verás. —dijo acariciando mi mejilla con ternura limpiando una lágrima en el proceso.

Mi miedo empezó a crecer, quería apartar su mano de mí. Necesitaba hablar, quería gritarle, poder preguntarle qué me había hecho.

La Princesa De Las Tinieblas. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora