Capítulo 13: White.

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K e y l a

Ese tenía que ser el libro.

Yo solo podía mostrar mi gran sonrisa, quería gritar de la emoción. Realmente lo encontramos.

—Aurora, sácalo de ahí. —pedí casi saltando en un pie de la emoción.

—Ya qué, de todos modos moriremos... —dijo haciendo un movimiento de manos, de un segundo a otro teníamos el libro sobre el escritorio de mi padre. —Rápido, apresúrense con su búsqueda, el tiempo se acaba.

No perdí más tiempo y sin mucho preámbulo abrí el gran libro, el libro de la manada. Sabrá la luna cuántos cientos o miles de años tendrá.

Al abrirlo, lo primero que muestra es el mapa de la manada y su historia, el cómo y por quién fue fundada, era una historia que ya sabía pero el ver dónde fue escrita esa misma historia es algo alucinante.

Me apresure con la búsqueda, es otra ocasión podría ojear mejor el libro, pero ahora tenía que buscar a alguien, a Alexander White.

—Busca por el apellido White. —sugirió Eliot a mi lado, buscando y buscando.

Aurora que se encontraba frente a nosotros, pareció tensarse al escuchar tal apellido, pero no había tiempo para preguntarle.

—Aquí. —señaló Eliot el apellido, después de pasar tantas páginas. Solo había dos familias con ese apellido, pero una de ellas es de hace unos 500 años, todos sus integrantes habían fallecido y no había ninguna con el nombre de Alexander. En cambio la otra familia, no tenía tanta antigüedad, pero solo tenía dos integrantes, un hombre y una mujer, eran hermanos, pero la cara y el nombre del hombre se encontraban tachados.

—¿Qué? —murmuré para mí misma. —¿Dónde está? —pasé las páginas pero no había más familias con tal apellido. —No, no puede ser, tiene que estar aquí.

—Keyla, tal vez el hombre que está tachado sea Alexander. —teorizó Eliot formando ideas en su cabeza.

—Pero... ¿Por qué estaría tachado? —no cabía en mi propia confusión.

Él me salvó... ¿No es así?

¿Por qué lo borrarían?

¿No se supone que debería ser como un héroe o algo así?

Esto no tiene sentido.

—Yo no lo sé, pero tal vez su hermana sí. —señaló Eliot el nombre de la mujer que se encontraba al lado del hombre que no se le distinguía el rostro.

Dahana White.

Las posibilidades de que esa mujer estuviera conectada de alguna manera con Alexander era mínimas, pero considerando que no había otro lugar de dónde más sacar información, tenía que arriesgarme.

—Escucho pasos... —murmuró Eliot con el temor en su voz y eso me aterró a mí. Será que... —Tu padre volvió.

Carajo...

—Se acabó el tiempo y la aventura, es tiempo de hacer bibidi babidi bu. —Aurora cerró el libro y lo guardó apresuradamente en su lugar.

La Princesa De Las Tinieblas. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora