El Recuerdo de un Gran AMOR

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Despierto y veo la hora en el reloj, ¡ya es tarde y tengo que ir a la escuela!

Me levanto a toda prisa y ya ni siquiera me da tiempo de prepararme un Lunch.

Me metí a bañar aunque como todo adolescente de mi edad, buscó la manera de evitar el agua y después de luchar contra mi pereza finalmente me doy un baño rápido para dirigirme hacia la escuela.

Antes de salir busco mis pastillas porque ya esta empezando a doler mucho la cabeza, y esta semana ya no puedo faltar porque tengo los exámenes semestrales.

Apenas hace 2 días tuve chance de prepararme con las tareas, pues hace una semana nuevamente me sedaron y me dejaron inconsciente, porque otra vez me estaba dando esos dolores de cabeza las cuales ya no podía soportar.

Aproximadamente pasé 4 días sedado y apenas hoy regreso a la escuela, a este paso es seguro que repruebo las materias en caso de que no me expulsen por tantas faltas últimamente.

Corro hacia la escuela y accidentalmente tropiezo con un chico, el cuál la verdad se veía muy guapo pero este no me hizo caso y solo continuó su paso.

A lo lejitos ya idealizo a Taehyung que lo más probable es que me dará un pellizco en la mejilla como es su bendita costumbre.

_Jiminshie ya volviste! Grita el muy loco, siempre me cuida y es la razón por la que siempre lo soporto.

_¿Y como han estado las cosas aquí en la escuela durante mi ausencia?_
Pregunto con cierto desconcierto.

_Ohh todo bien a excepción de que a Jin le gusta NamJoon y que aún no se atreve a decirle.

_Ja ja a veces siento que Jin es muy gracioso pero de muy bonitos sentimientos.

_Si yo lo sé, Jin es un amor, pero cuéntame que fue lo que te pasó otra vez.

¡Me tenías muy preocupado!

_perdóname Tae pero otra vez una falla de la válvula y el dolor se apoderó de mi.

_En verdad me preocupas mimi! _no sé que haría sin ti.

_Yo lo sé, a veces siento que no tiene sentido seguir viviendo.

_No digas eso Jimin, tú sabes que vales mil.

_Dime que sentido tiene la vida si no tengo con quien compartirlo y disfrutarlo!

_Si te refieres a mi sabes que siempre estaré para ti.

_Si claro pero tú sabes que yo quiero a alguien para amarlo con todo mi corazón.

Tranquilo Jimin no pienses tanto en eso,  el momento menos esperado llegará el indicado para ti _mejor concéntrate que ya empezará las clases.

El día transcurrió con normalidad y por fin regreso a casa.

Me dispuse a comer y después a terminar con mis tareas me encierro finalmente en mi habitación. Mi familia casi nunca esta al pendiente de mi es verdad pero Taehyung me cuida como si fuera mi hermano.

Antes de que yo pudiese siquiera cerrar los ojos me cae un mensaje de Taehyung.

Y hablando de rey de Roma pensé yo.

Tae
¿Ya duermes?

Jimin
Aja ¿porque la pregunta?

Tae
Solo quería desearte dulces sueños Jiminshie!

Jimin
Bueno ya dormiré, dulces sueños Tae!

Cerré los ojos asta que salió de nuevo el sol.

Un nuevo día comienza así que me dirijo hacia la escuela nuevamente.

Al parecer ya me se hizo costumbre llegar tarde.

Volteó a ver por todos lados buscando a Tae pero no lo veo por ningún lado,  reviso el teléfono y descubro que le dio un resfriado y así que no vendrá hoy.

Ni modo me tocará caminar solo el día de hoy.

Ya es tarde, la clase ya terminó ahora me dirijo a mi casa que esta como a 30 minutos de la escuela andando a pie y a paso ligero.

De repente siento como que alguien me sigue o me vigila a lo lejos así comienzo a asustarme, volteó de un lado a otro pero no hay nadie.

Continuó está vez lo más rápido posible asta que un hombre alto no tan delgado de cabello color negro se para justo detrás de mi.

_hola lindo. ¿Para donde vas?

_A mi ca-casa (respondí con voz temblorosa y es que en verdad tenía miedo).

_No te vayas tan pronto, quiero divertirme un rato_ esas palabras realmente me asusta

Debo irme y trato de seguir caminando.

No sé en qué momento el tipo se abalanzó contra mi y en menos de lo que pude imaginar ya me encontraba en el piso.

No paraba de llorar y de suplicar que no me lastimara pero a este parecía no importarle, por el contrario se sentía que disfrutaba de mi sufrimiento.

En el piso me retorcía al querer safarme de su agarre pero me fue imposible porque el sujeto era más fuerte que yo.

Solo podía llorar por un poco de piedad pero todo fue inútil, cada vez más fuerzas perdía y por lo consiguiente me sentía más débil.

Llegué a un punto en donde simplemente perdí la conciencia, resignado a poder levantarme simplemente dejé de pelear esperando lo peor para mi.

Más sin embargo alguien...