ESCLAVOS

CAPITULO 08

Adam

Estaba sentado en mi escritorio, definitivamente que se enteraran que estábamos infiltrados era peligroso, eso solo levanto mis sospechas hacia algo. Estábamos corriendo peligro, había un infiltrado perteneciente a la mafia entre nosotros. Necesito descubrir quien es.

Me puse a leer información, sobre cada uno de los posibles sospechosos. No el informaría de mis sospechas a nadie es algo que investigar solo, no puedo decirle a nadie porque ahora mismo no confiaría ni en mi propia sombra.

Tenía un leve dolor en la mano, la estaca me había dejado una herida algo profunda y no podía ejercer fuerza con ella, eso haría imposible que entrara al operativo. No podría usar normalmente mi arma y sería demasiado riesgoso, mejor me quedo monitoreando desde afuera, eso sin duda alguna me ayudaría mucho a ver más a fondo los posibles sospechosos.

Si. Mason y William habían Sido demasiado inteligentes, me estaban llevando la delantera. Pero jamás dejaría que esos malditos acaben con todo lo que he logrado construir, necesito dar con su punto débil, y para mí horror ahora que hay un asesino serial se complica mucho más la cosa. Dicho asesino ha estado cumpliendo con una serie de muertes 3 veces a la semana divide en 7 partes el cuerpo y lo deja en 7 distintas zonas. Es un maestro completo del camuflaje porque jamás deja algo que nos ayude a dar con su paradero, necesito que deje de causarme distracciones para poder meterme de lleno con la mafia.

El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos.

—¿QUIEN?—Pregunte sitrico no estaba para aguantar a nadie.

En ese momento la puerta se abrió y entró una Miranda furica, casi se me olvidó que posiblemente estaba molesta por lo que pasó en la fiesta. Fue demasiado idiota de su parte acercarse a hacer eso, Eva fue inteligente al hacer una escena de celos la cual ayudo con la situación.

—Discúlpeme señor, le dije que no quería que nadie lo molestará. Pero ella simplemente me ignoro—Me dijo muy agitada mi secretaria.

—Como sea lárgate de aqui—Le dije y ella salió obedientemente cerrando la puerta.

Nos dejo a Miranda y a mí solos, ella me lanzaba una mirada retadora y yo simplemente la miraba con indiferencia «Es tan ruidosa».

—¿QUE CARAJOS PASO EN LA FIESTA?. Te negaste a bailar conmigo por qué estabas con "tu esposa"—Reprocho haciendo que que yo me molestará más.

—Me negué a bailar, estábamos en una misión y no era necesariamente porque estaba con mi esposa—Respondi.

—Pero la pusiste por encima de—La interrumpí.

—Era "Mi mujer"—Ella palideció.

Tan solo decirlo de esa manera para que me dejara en paz la dejo en un estado de shock. La observé por unos segundos hasta que salió de su shock, lanzando en un tono mordaz:

—Ella tiene un novio maravilloso, dudo que te quiera como algo más, de hecho le pareces molesto—Amenazo.

Yo sabía que ella estaba con Diego. Pero ella era mi Bonita. Ella sería mía de eso estoy seguro.

Tenía un dolor que amenazaba con explotarme la cabeza. No estaba para aguantar sus celos ridículos.

—Quiero que te largues de mi oficina, no estoy para tus reclamos. Casi cagaste toda la misión, no podías concentrarte en algo tan importante, estabas más ocupada haciendo el papel de novia estupida, celosa y ridícula—Le señale la puerta—Te vas por allí, no quiero ver tu rostro hasta nuevo aviso.

—Eres...—Dudo por un instante completar la oración—Un imbécil—Dijo finalmente, se dirigió hacia la puerta.

Antes de que llegara a ella le solté: