ESCLAVOS

CAPITULO 14

Adam

Estaba acompañando a Simón a hacerle la sorpresa a Bárbara. La verdad estuvo bien todo muy bonito y bien planeado, pero estaría mucho mejor si esos fuéramos mi bonita y yo.

Todavía puedo sentir sus delicadas manos en mi pecho, mis manos alrededor de su perfecta cintura, sus labios contra los míos , nuestro aliento juntándose para ser uno solo.

Siempre voy a sentir estas cosas cuando este con ella, es así desde el momento que la conocí.

—Oyeeeeee—Me dice Harry sacándome de mi trance.

Lo observo con mirada altiva.

—¿Qué?—Suelto con el desinterés muy notable en mi cara.

—Deja de mirar así a Eva, ya debe pensar que eres un acosador, asesino-psicopata—Dice entre risas.

—¿Y no es así?—Respondí con un dejo de curiosidad.

—Nunca dije que no lo fueras, solamente que si piensas enamorarla tienes que dejar de mirarla así, o mejor dicho tiene que dejar de acosarla—Dijo con el semblante serio.

Me encogí de hombros ignorando completamente su existencia, observé por encima de mi hombro izquierdo. Venía Simón muy alegre «Ahora solo finge que te importa que este en una relación».

—¡Me ha dicho que si!—Dice el mismo con una voz cantarina, por su alegre estado de animo.

—Claro que sí, nadie se puede resistir a ti querido—Dice Harry bromeando como siempre.

—No voy a dejar que tu fase de idiota arruine mi momento de felicidad—Harry hizo un puchero logrando que Simón pusiera los ojos en blanco y soltara con resignación—Vale lo tomare como broma pero tienes que dejar de ser tan idiota.

Ambos se miraron, luego de compartir miradas estallaron en carcajadas muy sonoras «Y yo soy el de los problemas».

Simón después de salir de su ataque de risa, me observo y luego soltó:

—¿No me vas a decir nada?

Lo observe por unos instantes, luego levante la comisura derecha de mi labios en una sonrisa ladeada y dije:

—Claro campeón, felicidades.

El me regalo una sonrisa de oreja a oreja, obviamente «Los cumplidos no son muy comunes en mi».

—Creo que hoy es el día de las sorpresas—Dice Christina acercándose a donde nos encontrábamos.

—Y que lo digas—Dice Simón mostrando que esta de acuerdo con ella.

—Adam ¿Tu diciendo cumplidos a alguien más que no es tu reflejo? eso si es sorprendente—Dice Bárbara posicionándose a un lado de Simón, quien la toma de la mano.

—Tampoco es la gran cosa, debajo de ese manojo de—Eva se cortó apenas nuestros ojos se conectaron, debió la mirada y continuo—En cualquier caso es un ser humano igual que todos nosotros aquí—Concluyo quedando a un lado quien no se en que momento, ya estaba allí.

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Pasamos todo el rato, con ellos allí hablando «Bueno ellos hablando mientras yo solo los escuchaba».

Iba por la carretera, muy tranquilo en la obscuridad de la noche hasta que 5 camionetas color azul rey se pararon el la carretera, frene mi auto para no chocar y me quede observando «Esto tiene un nombre»

Un hombre de uno veintitantos años bajo de una de las camionetas, cargaba un sombrero color negro un abrigo hasta los tobillos de color beige una botas, y estaba usando un baston. Se acerco hasta la ventana de mi auto yo la baje.