ESCLAVOS

CAPITULO 23

Eva

Me habia despertado muy temprano por la mañana ya Mason me estaba esperando, arregle todo y como el lo prometió me llevo a Malibú.

El vuelo aterrizó y estuve ya casi al medio día en Malibú.

-Te llevaré a tu casa, luego volveré no puedo estar aquí-Dice Masón a mi lado, en el auto.

-Entiendo perfectamente-Le digo mientras observó, las calles.

Silenció.

Estuvimos así, no era un silencio incómodo. Cuando ya estábamos llegando a mi casa observé muchos autos allí.

-¿Que pasa con esos autos?-Pregunto Masón muy serio.

Me quedé observando, hasta que reconocí un carro «Un Ferrari azul rey».

-¿Con cuántos hombres viniste?-Pregunte.

-No vine con muchos-Dice tensando la mandíbula.

-Tengo que ir allí-Le dije y ambos hicimos contacto visual.

-No puedo dejarte morir-Dice el sin dejar, de mirarme fijamente.

-No está en mis planes morir-Respire profundo-Esta mi padre allí, mi hermana. ¿Quién sabe que les estará haciendo ese psicópata? Ellos no pueden morir ¿Entiendes? Si ellos mueren, yo muero con ellos.

-Adam me matará si sabe que te deje ir allí-Me dice mientras le dice algo a sus hombres, por un micrófono-No te dejare ir sola, iré contigo.

Ambos bajamos del auto, el cual estacionaron en un lugar alejado de mi casa, nos pusimos unos chalecos y comenzamos a agarrar armas.

Después de estar completamente armados, comenzamos a caminar a mi casa entramos por la puerta trasera, noqueando a 5 hombres que estaban allí. Procurando no hacer mucho ruido.

Nos ocultamos en la cocina, justo en el momento que íbamos a salir alguien habló.

-Querido, querido y dulce padre-Reconocí la voz de Alexander-Siempre quise verte así, sería muy genial tener a tu perra aquí viéndote agonizar, pero yo me ocupe de deshacerme de ella. No fuiste muy inteligente al dejarme por tus otras hijas, por ellas me abandonaste ¿Qué pensaran de ti?-Suelta una risa que me erizo la piel-Esto es muy divertido.

Lentamente saco un arma dejando en el cañón entrecejo de mi padre, apenas escuche como quitaba el seguro, salí de mi escondite tome mi arma y comencé a disparar.

Dispare pensando en todo, en mi papá, en mi mamá, en que toda mi vida había sido una farsa, siempre me engañan o me usan.

Ya estoy cansada de eso.

¡No más!.

Comencé a Disparar en todas direcciones, Masón me acompaño creo que herí a Alexander porque los hombres a su alrededor se lo llevaron en cuestión de segundos. Los hombres que quedaron aquí, estaban tratando de defenderse pero no eran muchos, empezaron a irse los que no lo lograban, morían allí.

No sé cómo, tal vez estaba demasiado aturdida por la rabia, estaba viendo borroso solo sé que ya los habíamos matado a todos.

Busco desesperadamente el lugar donde estaba Alexander,  justo allí vi mi mundo detenerse.

Estaba aturdida, solamente podía ver, mi cuerpo no reaccionaba por más que yo se lo ordenara, solamente escuchaba los latidos de mi corazón, que poco a poco comenzaron a ser más rápidos. Masón me viéndolo y me decía cosas que yo no lograba escuchar, solo estaba viéndolo.