-Juliana, yo no puedo hacer nada más que darles los resultados a ambos y llamar a alguien que realmente pueda ayudarte.
- ¡No! Deme los resultados a mí, mi esposo me matará si se entera- La mayor pidió asustada.
-Juliana, no puedo hacer eso, puedo pedir ayuda por ti si lo deseas- La rubia ofreció amablemente.
-Mari, por favor, no lo hagas, no tengo a donde ir si mi esposo me abandona.
-Hay muchísimos centros de protección femenil en Ciudad de México, lo correcto es llamar a uno, ahí van a ayudarte.
-No quiero, Mari- Juliana estaba a punto de llorar.
-No es porque quieras, entiéndelo, lo necesitas y yo no puedo encubrir una infidelidad, maltrato doméstico y darles resultados falsos, porque corro el riesgo de perder mi trabajo o acabar en la cárcel.
-Eso no va a pasar, solo continúa haciendo tu trabajo y no te metas en mi matrimonio.
-Juliana, no.
-Solo lo tengo a él, Mari- Finalmente las lágrimas de Juliana comenzaron a bajar por sus mejillas.
-Me tienes a mí, yo puedo ayudarte, solo déjame hacerlo- La rubia insistía bastante preocupada, tanto por Juliana como por su carrera.
-Que no, ya te dije que no tengo a dónde ir sin él- Juliana lloraba.
-Puedes quedarte en mi casa si no quieres estar ahí, pero hay que tomar medidas legales.
- ¡No! Mari, solo dame los malditos resultados a mí.
-Ya te dije que no puedo, no puedo cometer un delito, me esforcé tanto por graduarme, no puedo perder mi trabajo por encubrir a un abusador.
-No lo estás haciendo, me estás encubriendo a mí, por favor ayúdame.
-Juliana, no te estoy ayudando.
-Por supuesto que no lo estás haciendo hasta que me des los papeles.
Mari se quedó en silencio y tomó nuevamente los papeles del escritorio antes de que Juliana pudiera quitárselos.
-Mari- Juliana gruñó comenzando a enojarse al ver que la doctora había tomado de nuevo los resultados -Ya he lidiado con esto por más de 5 años, ahora dame los papeles.
La doctora estaba asustada, ella jamás había cometido un delito, vino desde Francia para terminar su carrera en México y tener mejores oportunidades de trabajo, se había esforzado demasiado para estar en donde estaba y no podía simplemente perderlo todo por una mujer que se negaba a ser ayudada. Inevitablemente sus ojos se pusieron llorosos.
-Dame eso, Mari, no te pedí tu ayuda, solo ocúpate de tus propios asuntos- Juliana sujetó el otro extremo de la carpeta que contenía los resultados.
La mayor bajó la cabeza y fijó su mirada en la carpeta que aún sujetaba con fuerza.
-Mari, dámelo, ya te dije que no necesito ayuda.
Pero la menor sabía que ella sí necesitaba ayuda.
-Mari... - Juliana la llamó tirando de la carpeta -Mari, suéltalo.
Mari mantenía su agarre firmemente, a pesar de todo, ella continuaba aferrándose a su carrera.
- ¡Mari! - Juliana gruñó fuerte.
Entonces Mari soltó la carpeta bajando totalmente la cabeza.
-Gracias- Juliana se levantó con dirección a la puerta del consultorio doblando la carpeta para meterla en su bolso.
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Estéril || Juliantina (G!P) •Adaptación
Fanfiction𝘿𝙚𝙨𝙥𝙪é𝙨 𝙙𝙚 𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤 𝙖ñ𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙢𝙖𝙩𝙧𝙞𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤, Juliana 𝙘𝙤𝙢𝙞𝙚𝙣𝙯𝙖 𝙖 𝙨𝙚𝙧 𝙫í𝙘𝙩𝙞𝙢𝙖 𝙙𝙚 𝙫𝙞𝙤𝙡𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙤𝙢é𝙨𝙩𝙞𝙘𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙥𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙨𝙪 𝙢𝙖𝙧𝙞𝙙𝙤, 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙖𝙘𝙪𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙨𝙚𝙧 𝙞𝙣𝙘𝙖𝙥𝙖...