Ⅳ: La fragilidad del ópalo

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La sombra es el equivalente similar y gemelo de la muerte, donde la oscuridad se mantiene para darle descanso al alma de los tormentos y pesares que vive. La sombra es el lado inerte en el que la luz no penetra, respetando a su adversario y reconociéndolo como el regente de su reinado sombrío.

Es la sombra que está presente en la psique humana, la otra cara que aguarda en lo profundo del inconsciente y que se muestra por medio de la consciencia en ligeros matices que guían los actos de la persona que es movida por decisiones que en muchas ocasiones la razón no comprende más que en susurro internos que le dictan hacia donde moverse.

Allí en lo que la cognición no logra registrar y procesar, se halla el nido que ha cultivado cada trauma que se aferra a las entrañas creando un vínculo inamovible, dolor y composición son y perduran hasta que la voluntad logra reconocer lo que ante el espejo de desdibujada para ser retado y burlado por la superación.

Una explicación que quedaba sin respuesta para una mente sagaz y observadora como la de TaeHyung, que se esforzaba por hallar el sentido que se escurría entre sus manos y se recluye tras la sombra de sus recuerdos.

―Mi cielo ¿Qué tal te fue? ―preguntó JungKook, apenas vio al castaño salir del salón de arte, donde había tenido su sesión de terapia, a la cual se apuró a ir para esperarlo al salir y ver como se encontraba emocionalmente.

Kim TaeHyung se considera a sí mismo como un hombre afortunado y dichoso de ser merecedor de la luz que irradia JungKook en cada acto y sonrisa.

―YoonGi me dijo que poco a poco debo ir eligiendo qué espacios me siento mínimamente preparado para enfrentar ―explicó TaeHyung, caminando juntos por el sendero principal bajo la tarde soleada, que proyectaba ambas sombras físicas bajo el suelo que pisaban tan cercanas y unidas que parecían formar.

Como el amor que los tenía gravitando alrededor del contrario, cargando sus cuerpos de energía que residía en el catalizador del tacto impropio.

―¿Te sientes listo para hacerlo o te incomoda? ―indagó el azabache sabiendo lo que tal experiencia significaría para su pareja.

El castaño sufría de fobia social o trastorno de ansiedad social, lo que significa que las situaciones sociales que involucran una interacción directa o exponerse ante un grupo de personas le generan miedo o ansiedad desproporcionados ante la amenaza real que representa.

Si bien, se puede sentir ansiedad o nervios en el relacionamiento social, las personas que tienen dicho trastorno sienten una sobrecarga sensorial que los lleva a ver las situaciones con verdadero temor e incomodidad de lo que representan en realidad, condicionado por la posibilidad de que su comportamiento sea evaluado negativamente por los demás y que la ansiedad que su cuerpo manifiesta resulte evidente, por tanto, son experiencias que viven con demasiada angustia y agitación, lo que los guía a evitarlas o afrontarlas con gran malestar.

Y ahora, TaeHyung se encontraba superando los estadios más intensos de su fobia.

―Se que es lo mejor y lo considero como el siguiente paso en mi tratamiento, pero aun así no deja de ser difícil o estresante ―respondió con sinceridad y los nervios aflorando cada vez más en su interior, agitando su pulso y el bombeo de su corazón en un probable indicador de ansiedad, que ahora ya sabía gestionar de mejor manera.

―Te has ido preparando y así no puedas reconocerlo, yo he visto que ya puedes mantener la mirada con algunos de los pacientes que nos cruzamos en el camino e incluso has hecho una pequeña mueca en un reflejo de esa pequeña sonrisa que tratas de conseguir ―resaltó JungKook, admirado por los avances que su pareja lograba.

―¿Lo has notado? ―se sentía un poco avergonzado y extasiado en una mezcla en que ambos sentimientos se unían en sincronía, al saberse parte del centro de atención de JungKook.

Clemencia Psicótica || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora