TRADUCCIÓN AUTORIZADA.
love resembles a misty dream (love me only 'til this spring)
El amor se asemeja a un sueño brumoso (Amame solo hasta la primavera)
Todos, desde el príncipe de Pentos hasta el granjero más común en El Dominio, sabían que el Re...
No era un secreto que Luke y Aemond compartían el lecho matrimonial más seguido de lo que exigía su unión; el objetivo de los matrimonios políticos era engendrar un heredero y otro grupo de niños que sirvieran como repuestos, y ellos ya tenían hijos suficientes para satisfacer esa expectativa.
Pero Luke no era un mojigato devoto a la fé.
(una serie de one-shots explícitos del fic love resembles a misty dream.)
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Para cuando el platinado logró reunirse con Lord Yronwood y Lord Caron para llegar a un acuerdo de cómo lidiar con el asunto, ya había pasado toda una quincena.
Una quincena alejado de sus hijos pequeños y su bebé recién nacido.
Una quincena sin sentir los cálidos brazos de su sobrino a su alrededor.
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Ser un Lord le salía natural a Aemond.
Cuando el Rey decretó su compromiso matrimonial, a Aemond se le prometieron tierras y un título para enmendar el hecho de tener que unirse a Lucerys en matrimonio de forma tan abrupta.
Ahora, después de casi cuatro años, no tenía mucho de qué quejarse, a decir verdad. Había ganado un castillo grande y bien fortificado junto a una guardia armada y personal de servicio bajo su mando. Y por ello, a parte de las usuales conversaciones de temas comerciales, Aemond había creído tontamente que su vida no sería diferente a la de cualquier otro lord del reino.
Lo que su padre no le había dicho era que esas tierras que le había otorgado lo forzarían a hacer de diplomático. El Rey había básicamente puesto a su hijo a cargo de mantener la paz entre Dorne y el resto del Reino.
La ubicación de Summerhall suponía una amenaza para el Reino del Sur; ninguno de los Lords que vivían en las Marcas ni aquellos provenientes de Dorne ocultaban la hostilidad que sentían por el otro, y la presencia de dos dragones adultos no ayudaba en lo absoluto. Por todo esto, el rol de Aemond terminó siendo el de mantener su nuevo señorío y el de asegurarse de que ni él ni el resto de su familia fueran atacados desde el cielo repentinamente como le pasó a la Reina Rhaenys sobre Meraxes.
