↳ ⧣💻📞┋Un amor como el atardecer fue el que vivimos los dos. Al principio todo era lindo, lleno de vida, muchos colores, pero al caer la noche todo moría y se tornaba oscuro, llegando el fin de todo, con ello el amor.
❝Juraste amor eterno, cuando n...
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narrador !
Actualidad
El reloj marcaba las diez y cuarto poniendo atenta a Rachell quien iba a salir al super a comprar unas cosas para a si llenar su heladera. Tenia apenas unos días y ya se le había terminado su comida.
Después de desayunar, tomo un baño y se cambio para ir colocándose joggers gris con una ramera blanca y un suéter negros holgado acompañado de unas converse. Algo cómodo para ir a hacer mercado, tomo las llaves de su departamento, su celular y sus audífonos para luego salir.
Limón y sal de Julieta Venegas se reprodujo inmediatamente que ella se coloco los audífonos. Era una de sus canciones favoritas, verdaderamente le gustaba, a pesar que no la identificaba.
Al estar totalmente en la entrada de su edificio camino varias cuadras, conoció un poco buenos aires gracias al castaño, a lo que sabia donde quedaban las tiendas y se podía ubicar con mas facilidad.
Comenzó a caminar mirando de a ratos su celular para cambiar las canciones mientras las tarareaba en voz bajas rogando que nadie la escuchará. Se sentía un poco observada pero decidió no darle importancia.
Una chica captó su atención acercándose a ella, haciendo que se sacará uno de los audífonos para escucharla.
─ Holii Chellsy, ¿como estás? disculpame pero, ¿podemos sacarnos una foto? ─ le preguntó la chica de manera tímida y ella asintió.
─ Obvio, no tengo problema. ─ sonrió.
Luego de la foto, la chica se despidió de Rachell y ella siguió su camino siguiendo con la música correr por sus orejas.
─ Hadal ahbek. ─ murmuro rachell parando de caminar.
La inercia se apodero de ella, y volteo a ver de quienes eran los pasos que iba atrás de ella, encontrándose con los ojos amarronados del chico que ella mas ha amado en la vida.
Ahí fue donde todos los recuerdos vagaron por su mente como un mar, pero revuelto. Tantos momentos donde imagino y ahora no era una fantasía, él verdaderamente estaba parado frente a ella a unos cuantos metros, no sabia como reaccionar.
Había crecido más, seguía siendo blanco como la nieve, tenía el cabello largo acompañado de unas hondas al final de ellos, seguía usando las gorras, su estilo cómodo y neutral. Sus ojos seguían siendo igual de lindos, inclusive mas, por ese brillo que tenía.
─ Iván. ─ fue lo único que logro pronunciar al terminar de voltearse y dar un paso a atrás.
Ella notó como poco a poco se iba acercando, tensando y poniéndose mas nerviosa quedando a un solo metro.
─ Rachell. ─ dijo sin creerlo.
Rachell dio media vuelta dispuesta a marcharse y fue tomada de los hombros por él.
─ Espera, por favor. ─ rogó bajamente aferrándose mas a ella.
Ella de manera brusca quitó las manos de sus hombros, haciendo que Iván se confundiera. Tomo una bocanada de aire intentando que las lagrimas no corrieran y volteo.
─ ¿Que queres? ─ le preguntó mirándolo directamente a los ojos.
Los ojos del contrario se habían abierto de par en par por su respuesta, ella jamás lo había tratado así.
─ Hablar, solo eso es lo que voy a querer siempre si se trata de vos. ─ respondió calmado.
─ Ay, por favor! ─ soltó con ironía.─ vos y yo no tenemos nada de que hablar, hace años me dejaste re claro lo que vos querías para VOS sin preguntarme verdaderamente que quería yo para los dos. ─ alzó un poco la voz de manera que él la escuchará.
─ Déjame hablar con vos, hago todos lo que vos queras. ─ rogó.
─ No me busques, a menos que hayas pensando muy bien lo que vos mismo causas. ─ le respondió.─ Estaba enamorada de ti y eso a vos no te importo, tene' por lo menos consciencia de lo que haces pelotudo de mierda.
Rachell se marcho dejando solo y desamparado a Iván.
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