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narrador !

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narrador !

 3 meses después.

Iván estaba tomando terapia desde hace varias semanas. Se sentía mejor, pero, al pensar en ella volvía a recaer, no solo en verla, sus mismas redes se enredaban en su cuerpo y se aferraban, era como su hilo rojo no queriendo afrontar su fracaso.

El morocho había roto lazos comunicativos con Rodrigo al menos sería así mientras se mejoraba, al igual que había terminado definitivamente con su novia después de unos meses en constante pelea y agotamiento por ambos lados.

En cuanto Oscu, fue quien tuvo la maravillosa idea de adentrar a Iván en el mundo de la terapia, lo mataba totalmente verlo devastado en una cama abrazando a la almohada llorando cada hora por la misma razón. Entendía que estaba perdido y arrepentido, estaba también consciente de lo tarde que era para remediar todo, no existía forma de revertir todo.

─ ¿Cómo vas con la terapia? ─ le preguntó el rubio a Iván quien estaba acostada a su costado en aquel mueble, sosteniendo su cabeza con sus manos.

─ Piola. ─ respondió cortamente.─ La psicóloga me dijo que entre en depresión por culpa y resentimiento hacia mi mismo por lo que paso con Rachell años atrás, solo que me pego del todo mal fue actualmente porque la veo con frecuencia. ─ explico tranquilamente mientras se sentaba.

─ La verdad, la mente actúa como cuchillo ─ soltó jugando con el vaso recibiendo la mirada curiosa de su amigo─, pensas que estabas seguro y te terminas cortando por tener una distracción cercana, y te haces mierda.

Él asintió lentamente reflexionando aquellas palabras. Todo era cierto, sostienes el cuchillo entres tus manos y mientras va tomando su camino hacia las verduras, siempre habrá algo que sea mas interesante de lo que estas haciendo, pasando de largo, haciéndote mierda algún dedo, que en este caso no fue un dedo.

─ Pero bueno. ─ culminó la frase.─ ¿Que mas te dijo? ─ se acomodo manteniendo su mirada fija en él. 

─ Fueron muchas cosas, siéndote re sincero, llore un montón, me dio una banda de explicaciones que me dejaron peor porque sobrepienso mal las cosas y me hago mierda yo mismo, vos sabes como soy ─ suspiro.─ Lo que me gusto un montón fue lo que me dijo: "vos también sos un boludo, te re enganchaste y la perdiste solo, hombres" ─ rió.

─ Yo soy ella, lo juro. ─ soltó una carcajada.

Ambos se divertían estando juntos, charlando, saliendo de jodas. Se volvieron muy amigos desde que aquel morocho decidió tomarse un descanso de las redes, con ella los directos diarios por su bien, si con pesos pasados no podía, comentarios jodiendo su existencia menos podría. A pesar de que nunca le importo por ser directo, estaba vulnerable, necesitaba fuerzas, no mas negatividad para su vida diaria.

Su ambiente ya no estaba envuelto de toxicidad y comentarios que lo hacían menos, ahora solo era él, su bolsa de doritos y su mate por las mañanas.

─ ¿Y haz vuelto hablar con carre? ─ pregunto de la nada borrando la sonrisa del mas alto.

Él lo veía feliz con ella, ella era feliz con él. Era la razón mas obvia de intentar frenar el amor, solamente aferrando el dolor, porque su corazón seguía gritando e implorando su nombre como la primera vez que se cruzaron.

Le estaba costando totalmente olvidar el como sonreía a su lado. Como le molestaba que hiciera chiste racista o sobre chicas. Como cocina para él solo para verlo feliz y él la miraba fija y detalladamente haciendo todo. Como se ponía roja con una mínima acción y la abrazaba con amor, dejando besos en sus mejillas sin parar.

Estaba acabado porque para él, ella siempre fue todo.

La perdida de si mismos fue dolorosa para ambos, era como quitarle un dulce a un bebé. Al quitarlo, queda el llanto y no cesa hasta obtener algo similar o lo mismo, a excepción que no querían otro dulce, querían el mismo a pesar del tiempo, a pesar de los años.

Ellos amaban los gatos, así como se amaban a ellos. Esa era la gran diferencia.

Mientras Rachell amaba la naturaleza, Iván la amaba a ella. Iván amaba el invierno a pesar de que moría por dentro, así Rachell lo amaba a él y aguanto lo suficiente porque lo amaba.

Esto es una enseñanza mas que no todos los hilos rojos permanecen, algunos se rompen por errores y eso siempre estarán plasmado en sus corazones como arrepentimiento. Aquel arrepentimiento de algo que ambos clamaron que pasará en secreto, y que solo quedo entre cuatro paredes.

 Aquel arrepentimiento de algo que ambos clamaron que pasará en secreto, y que solo quedo entre cuatro paredes

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cry

como un atardecer; spreen (ivan buhajeruk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora