Lo Que No Somos

¿Quíen soy?

Esta es mi vida, soy yo, Laylie Natalia Bash, hija de David Bash, actor y futuro director de cine y también hija de Melly Dane cantante y actriz. Tengo dos nacionalidades, soy parte canadiense por mi padre, parte estadounidense por mi madre y por mi, pero a la vez tengo sangre mexicana por mi abuela y casi toda mi familia materna.

Empecemos cuando nací, fui la primera hija, ¿Se dan cuenta de lo que significa?, más responsabilidad, más deberes, más tareas, más exigencia, más todo, bueno el punto es que el ser hija de dos famosos no es tan bonito como creen. Cuando nací estaba toda la familia reunida en el hospital, mi padre estaba con mi madre en el parto, todo era felicidad. Nací un día común en el lugar donde todos algunos famosos han nacido. Nací en Florida. Crecí con lujos y felicidad. Al cumplir tres años nació mi hermana Yesly Ayline Bash, ella de pequeña era muy enojona, caprichosa y se aprovechaba de ser la más pequeña, pero bueno, toda hermana menor lo hace.

Desde que era una bebe mis padres me enseñarón a hablar en tres idiomas, ingles, francés y español, pero cuando empece a hablar todo se complico ya que yo enredaba los idiomas y no distinguia cada uno, eso fue un problema enorme, así que mis padres solo se enfocarón en que aprendiera dos, ingles y español. La verdad eso me ha ayudado bastante.

Cuando cumplí cuatro años me encantaba bailar y cantar, mi madre me llevaba con ella cuando cantaba, actuaba o cuando ibamos al teatro en familia, la verdad es que me encantaba todo eso, me hacía sentir muy bien, cuando llegaba a la casa después del teatro me ponía a actuar y a cantar como en las obras que veíamos y a veces notaba como mi madre me observaba y no sabía si era bueno o malo pero a los cinco años mi madre me inscribió en una escuela, pero no cualquier escuela, era una escuela para futuras estrellas de Hollywood, enseñaban todas esas materias que todas las escuelas enseñan, matemáticas, idiomas, historia, literatura, ciencias, etc, pero también me enseñaban, teatro, canto, gimnasia y desarrollo teatral. Tenía diez horas diarias en la escuela, pero la verdad no me quejaba, habían más niños como yo, hijos de famosos, todo era divertido.

Mi madre me había inscrito a barios castings para peliculas y comerciales, hice varios comerciales pero aun no había grabado una pelicula, pero cuando cumpli seis le llego a mi madre una carta diciendo que me daban el papel para una pelicula, me pareció como un sueño hecho realidad, al fin iba a actuar en una pelicula, era algo maravilloso.

Ese día llegue al set, donde me maquillaron, arreglaron y me llevaron a donde estaban las camaras y... unos segundos antes de decir "accion" me dió un ataque de panico. ¿Una niña de seis años con un ataque de panico? ¿Eso era normal?.

_Hija mirame, se que te sientes nerviosa pero todo está bien, ya lo verás, vas a hacer lo que te gusta, vas a actuar mi niña, si se puede ¿De acuerdo?_Me dijo mi madre incada frente a mi y tomandome de los hombros.

_¿Ya esta todo bien?_Le preguntó el director a mi madre.

_Si, ¿Verdad mi niña?

_Si... creo que si._Contesté agitada

_Bien. uno, dos tres, acción..._ Y comenzamos a grabar, eso fue algo magico, fue mi primera vez frente a en grabar una película.

En la premier de la película mi madre contrato a mucha gente para que me maquillara, vistiera, y me acomodara. En ese momento me di cuenta que no solo iba a ser actriz y ya, si no también iba a ser famosa, una niña famosa, en ese momento claro que me emocioné pero ahora no creo que halla sido lo mejor. Cuando llegamos había mucha gente tomandome fotos y algunos camarógrafos gritando mi nombre para que viera las cámaras y posara, solo tenía siete años y ¿Ya era famosa?. En mi primera entrevista me puse nerviosa con tantas reglas de lo que debía hacer y lo que no, lo que debía decir y lo que no, yo veía a mi madre confundida y ella ni si quiera me veía, estaba tan metida en su celular que no tenía tiempo para verme. Me di cuenta de que ser famosa implicaría muchas cosas, perder a mi familia, dejar de ser una niña normal, dejar de jugar, dejar de hacer muchas cosas que me gustaban y empezar a... madurar, ¿Con siete años?

Y si, todo cambió, la gente me seguia por las calles y no podía salir si no llevaba un guardaespaldas conmigo, mis padres ni si quiera me ponían atención y tampoco a mi hermanita, contratarón una niñera y ellos siempre estaban fuera de casa. Ya no quiero ser famosa, eso paso por mi mente pero lo ignore.

Cumplí ocho años, mi mamá llego con una nueva noticia:

_He conseguido que grabes otra pelicula, ¿Qué te parece?

_Me gusta_Conteste algo cansada ya que había llegado de la escuela y de cursos privados de actuación, canto y baile.

_Esta es de accion y... te tengo una mejor noticia.

_¿Cual es?

_¿Qué te pasa Laylie, no te ves tan feliz?

_Si lo estoy, es solo que..._No me dejo terminar de hablar y dijo:_No parece y no me vengas con excusas de la escuela o de el curso porque si no cancelo esta pelicula, ¿Entiendes?

_Es que ma...

_No me digas nada más.

_Esta bien.

_La noticia era que tu vas a ser coprotagonista.

_¿De verdad?

_Si.

Ese día salte de la emoción y me alegre mucho, todo iba a ser tan divertido, era algo nuevo y algo que había esperado bastante.

Al grabar esa pelicula ya no me puse nerviosa, lo tenía dominado, todo salió exelente y mis padres ese día me llevaron a comer y a festejar. Terminaron las grabaciones y mi madre me recogió ese día pero después le marcaron por teléfono y yo noté que algo cambió en su cara, se puso triste y dijo que viajaría para allá cuanto antes.

_¿Qué pasó mamá?

_Tu abuela esta muy grabe.

Mi abuela materna era lo más importante para mi, ella de vez en cuando viajaba con nosotros y me transmitía su alegría, era muy graciosa y nos consentía mucho a mi hermanita y a mi, así que casi quería llorar cuando escuche eso.

_Mamá...

_Dime.

_¿Tu amas a mi abuela?

-¿Por qué lo preguntas?

_Solo... digo._Preguntaba porque mi madre siempre fue seria y reservada con ella, casi no se hablaban y mi abuela casi no hablaba de mi madre.

_Lo que pasa es que ella y yo casi nunca estuvimos juntas hasta que cumplí dieciocho.

_¿Por qué?

_Hija, no es de tu incunvencia._Me quede callada y mejor mire la ventana.