¿La fama o el deseo?

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Larien

El día que cumplí dieciséis era la semana de la moda en París así que mi padre me llevó a varias pasarelas de gala. Ver modelar a varias personas me gusto. Para las demás personas quizá era solo caminar para lucir los trajes que había hecho un diseñador pero para mí era algo más, era como una forma de expresar sentimientos plasmados en la ropa y esas personas que lo modelaban le daban a conocer al mundo exterior lo hermoso que es el sentimiento del diseñador en un atuendo, la forma en que lo modelaban reflejaba el sentimiento y el que tan cómodos se sentían con el, quizá los que se esforzaban más eran los diseñadores pero los que lo lucían eran los que hacían conocer al diseñador así que era mitad y mitad. Cuando terminó la pasarela quedé fascinado y mi padre me permitió conocer a algunos modelos, ellos se veían tan asombrosos que te sentías pequeño a lado de ellos. Al verlos quería ser como ellos, seguros de si mismos y asombrosamente bellos, algunos eran atractivos y otros tenían un tipo de belleza que reflejaba muchos sentimientos, todos tenían algo que los hacía especiales y los hacía lucir imponentes. Me despedí de ellos y regresé al hotel junto con mi padre, yo quería ver a mi abuela y estar de nuevo como antes solo que sin mi... madre, la extrañaba mucho pero sabía que si estaba cerca de mi abuela me haría sentir como si estuviera cerca de mi madre. Trate de convencer a mi padre y el me prometió que al día siguiente me llevaría con mi abuela pero sabía que las promesas de mi padre no siempre se cumplían así que a escondidas le llamé a mi abuela y ella me dijo que me recogería a la mañana siguiente.

Ya era un día después de mi cumpleaños y mi abuela aún no llegaba, la estaba esperando cuando en eso escucho que tocan la puerta.

_¿Quién será?_ Dijo mi padre que estaba sentado en un escritorio que había en la habitación.

_Yo iré a ver.

_No, yo debo ir

_Pero estás ocupado.

_No pasa nada, yo iré._Se levantó y fue a abrir la puerta._¿Mariel? ¿Qué haces aquí?_ Mariel era mi abuela y estaba parada justo enfrente de la puerta.

_Vine por Larien.

_¿Quién te dió la dirección?

_ Ayer Larien me llamó y dijo que podía venir por él, así que aquí estoy.

_¿Qué?_ Mi padre giro la mirada hacia mi.

_Yo necesitaba ver a mi abuela.

_Te dije que te llevaría.

_Nunca cumples tus promesas.

_No me hables así.

_Dejame ver a mi abuela._Mi padre la miró y mi abuela le dijo:_Es mi nieto y si quiere verme lo menos que puedes hacer es dejarlo venir conmigo.

_De acuerdo pero lo recogeré en cuatro horas

_Necesito más tiempo, hace mucho que no lo veo.

_Solo cinco horas.

_De acuerdo Richard._ Tomé mis cosas y corrí a abrazar a mi abuela. Mi abuela me llevó a su casa, esa casa que me traía muchos recuerdos. Tenía el mismo aroma que recordaba, los mismos sillones y algunas decoraciones de antes y otras que eran nuevas. Vi a mi tía junto con mi tío y mi abuelo, era como volver a casa después de tanto tiempo. Ellos al verme me abrazaron.

_Vaya, cuánto has crecido_ Dijo mi abuelo.

_Ya eres todo un jovencito apuesto_ Dijo mi abuela.

_Tienes los mismos ojos de tu madre._ Dijo mi tía. Me dijeron más cosas y después me senté junto con ellos en el comedor para comer mi pastel como cuando era niño y soplaba la velita mientras todos cantaban "Joyeux anniversaire" . Estar con ellos me hacía recordar a mi madre. Pasaron las horas y me despedí de ellos.

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