Spy x Family Propositos

El Club de los Predilectos Parte 4

La familia Forger estaba preocupada, la hija mayor no ha vuelto...

—¿Mamá, crees que mi hermana estará bien? —Preguntaba la pequeña Sicily.

—Se que estará bien cariño, ella sabe cuidarse...

—Ya la ví, está entrando al edificio... Con un muchacho, ok... —Loid no estaba muy preparado para esta fase.

La madre y la hija menor suspiraron de alivio y luego se miraron a los ojos al saber que Anya llegó a casa con un chico... Por un momento quisieron gritar.

—¿Es Damián? —Preguntó Sicily.

—No, no lo es, y dudo que hayan hecho las pases todavía, yo no lo haría...

—Loid... —Yor se dirigió hacía su esposo que esperaba en la puerta —. Sea quien sea ese muchacho, no seas muy severo, debe ser un amigo y Anya está vulnerable, ¿Puedes quedarte tranquilo?

—Oye, quería poner mi cara de padre sobreprotector... —Le sonrió y le guiñó el ojo —. No te preocupes, no seré severo... No tanto.

Fue en ese momento que Anya usó su llave para entrar...

—Oh, mamá, papá, hola...

—Anya nos tenías preocupados, ¿Por qué tardaste tanto? —Preguntó Yor.

—Es que regresé caminando, miren a quien me encontré...

—Sr y Sra. Forger, que placer verlos otra vez —Ken saludó amablemente.

—Oye te recuerdo, eres el niño que Anya salvó en esa piscina —A Loid le invadian los recuerdos, y un impulso de unir los puntos respecto a Anya.

—Si, mi nombre es Ken...

—Yo también te recuerdo, cuando te despediste, cuánto has crecido... —Yor estaba impresionada.

—¿Oigan quien es él? —Preguntó la pequeña.

—¿Oye por qué no pasas? Haré la cena...

—Si quiere le ayudo Sr. Forger, soy bueno en la cocina.

Las chicas de la casa se miraron a los ojos, como si se hubieran ganado el premio gordo, con dos hombres cocinando.

Mientras en la calle, un joven se resignó y decidió irse a casa...

Unos minutos más tarde...

—Yo me había caído en la piscina de adultos y nadie me oyó, pensé que iba a morir, hasta que una niña un poco más pequeña que yo, saltó al agua y trató de alcanzarme.

—Pero tampoco pude y fue cuando papá nos salvó, fue la primera vez que gané una Stella en la academia... —Anya terminó de explicar el cuento.

—¿Esa estrella te la ganaste por ser una heroína? —Los ojos de Sicily estaban llenos de ilusión y admiración.

—Asi es... Entiendo que estás cerca de reunir esas ocho insignias —Mencionó Ken.

—O de ser expulsada... —Fue dónde sus ánimos comenzaron a decaer.

—Anya, hace tiempo, me habría desmayado al saber tu situación, pero te has esforzado por este logro, no creo que unas palabras necias y una jugarreta que no hiciste vayan a arruinarlo... —Loid se mostraba comprensivo.

—Entonces la única solución para que dejes de ser una "Limbo" es que te ganes la última Stella ¿Verdad?... —Añadió Yor.

—Si pero, casi es fin de año, no hay exámenes importantes, ni eventos deportivos...