Spy x Family Propositos

Compromiso

Damian respiró hondo antes de acercarse al criminal de cabello rubio corto y ojos azules, y apuntarle con la escopeta de un mercenario que Anya neutralizó mientras escapaba, así que sus manos no temblaban.

—¿Es en serio señor Desmond? ¿Quiere hacerme creer que es capaz de matar a alguien? —Lo provocaba en un intento de intimidarlo.

—Dime cual es tu nombre imbécil...

—¿Y para que querría saber mi nombre?

—Tu sabes el mío, es justo ¿No crees?

—Ok... Puede llamarme Dimitri.

—Muy bien Dimitri, dime una cosa, después de todo el daño que causaron tu y tus hombres, irrumpir en mi boda, poner en peligro a toda mi familia, perseguirnos por toda la isla, ¿Crees que no deseo volarte la cabeza? —Preguntó furioso.

—¿Alguna vez ha disparado un arma señor Desmond?

—No puede ser tan difícil, solo aprieto el gatillo y tú cráneo se hace pedazos, baja el arma y ponte de rodillas...

Dimitri chasqueó la lengua, sabía que Damian estaba lo suficientemente acelerado como para matarlo, así que cedió, y justo al arrodillarse, Damian usó el extremo de la escopeta para golpearlo en el cuello y noquearlo.

—¡Bill ayúdame a amarrarlo!

Todos se tranquilizaron, permitiéndole a Melinda levantarse y caminar hacia su hijo.

—¡Damian, estás bien! —Lo recibió con un abrazo.

—Asi es Madre ¿Que hay de ustedes?

—Damian... ¿Dónde están mis hijas? —Preguntó Yor preocupada.

—¡Mamá! —La joven Sicily corrió hacia su madre.

Se había escondido en un rincón bajo órdenes de Damián y entro al salón solo al escuchar la voz de Yor, está la recibió de la misma manera, con un fuerte abrazo y un suspiro de alivio.

—Por dios, mi niña hermosa, estás bien... ¿Pero y tú hermana?

El ambiente se volvió silencioso, por un momento Sicily quiso llorar por lo que ocurrió, Damian miraba al suelo con resignación.

—Ocurrio algo terrible, Anya... Ella...

Pero fue interrumpido con la aparición de dos personas más.

—¡Oigan, aquí estamos! —Declaró Loid en voz alta.

—¡Papá! —La pequeña lo miró con emoción y luego observó sorprendida a la otra persona que venía con él sosteniéndose de sus brazos.

—¡Anya! —Yor también estaba sorprendida.

Los invitados observaron con asombro, todo el club de los predilectos corrió hacia la novia incrédulos, en especial Becky, que olvidó su lamentación para ayudar a su mejor amiga.

—Por dios, ¿Anya que te ocurrió? —Preguntó Becky.

Pero el que más la observaba con asombro era Damian, como si viera un fantasma debido a esa triste despedida en el acantilado, fue en ese momento que su prometida levantó la mirada, se vieron a los ojos y todo lo demás desapareció.

Anya estaba agotada, apenas podía levantarse, pero una vez que fijó sus ojos en Damian, alguna fuerza interna le permitió ponerse de pie, y caminar lentamente hacia su prometido, todos los demás intentaban ayudarla pero ella no pensaba en nada más que alcanzarlo, pero a mitad de camino se tropezó y casi se cae.

Damian reaccionó y corrió hacia ella, evitando que se cayera, se abrazaron mutuamente, no se volvieron a soltar por un buen rato, se dieron un breve beso y luego, la pobre cayó agotada en sus brazos debido a la baja de adrenalina, todos se asustaron cuando cerró los ojos.