Capítulo 12.

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-no entiendo la razón del porque nos hacen hablar, yo solo quiero encontrar a mi hijo, solo eso me importa.-se quejó molesto el beta mientras caminaba de lado a lado.

-bueno, no nos lo dirán hasta que hablemos.-

El pelinegro volteo molesto.-tú planeaste esto. ¿No es así?-

-¿Qué?-

-te aprovechaste de que Diego ya sabía la verdad, solo quieres enmendar tus errores. Pero no te voy a perdonar, ¡No pienso hacerlo!-

El rubio se levantó y quedó de pie frente al beta.-¡Pues nadie te está pidiendo perdón! ¿Siempre tengo que ser el malo? Te empeñas en culparme pero jamás escuchas.-

-¿Escuchar? ¿Qué quieres que escuche? ¿He? ¿Tus mentiras? ¡Anda! Dimelas.-

-¡jamás quise abandonarlos!-gritó logrando callar al pelinegro.-yo no quería.-sus lágrimas comenzaron a rodar sobre sus mejillas, lágrimas que limpio de inmediato.-fue mi padre, amenazó con matarlos, comenzando con Diego, lo único que quería era protegerlos... Aquel día te mentí, te dije mentiras, si quería esa vida, siempre quise cuidar de nuestro hijo... Pero mi padre me arrebato todo eso.-

Ezra quedó atónito, se acercó al omega y suspiro rendido.-me lo ocultaste, decidiste irte y dejarnos. No puedo perdonarte por eso.-

Erick se limpio el rostro, levantó la mirada y finalmente pudo ver a los ojos a aquel beta, ese hombre que siempre lo culpo.

-no te estoy pidiendo perdón, no tengo porque. Solo necesito disculparme con MI hijo. Así que no te equivoques, no espero nada de tí. Ni tu perdón, ni mucho menos tu amor, ya no somos importantes para nosotros.-dicho esto, se dió media vuelta y salió de aquella casa.

Por alguna razón, las palabras del Omega lograron provocarle un extraño dolor en el pecho.

Erick, al salir de la casa y estar en la calle, los padres de Luka (junto al joven alfa peliazul) se le acercaron con preocupación.

-¿Estás bien?-cuestionó el joven alfa acercándose a él y abrazándolo con fuerza.

-si, perdona por dejarte en la plaza.-

El peliazul sonrió enternecido.-no importa, la prioridad es encontrar a Diego.-

El beta salió de la casa y se reunió con los demás.-¿En donde esta mi hijo?-

★ ★ ★

La noche llegó más rápido de lo que esperaba, al tener un dolor de cabeza por estar acostado todo el día, se levantó de la cama y se acercó al enorme ventanal, con la misma pregunta en su cabeza.

¿Cómo podría mirar ahora a su familia? Todos le habían mentido, no habían sido capaces de hablar con la verdad.

-pensé que estabas dormido.-hablo el alfa ingresando a la habitación con una charola entre las manos.

-comenzó a dolerme la cabeza.-

-primero deberías comer algo, si el dolor sigue te daré una pastilla.-sobre el buró dejo la charola para comenzar a rebuscar entre los cajones.

Diego no pudo evitar sonreír con tristeza.

-¿Por qué haces esto?-ante tal pregunta, el alfa le miro sin entender.-a mi familia no le importo hacerme daño, en cambio tú me cuidas, y eso que antes nuestra relación no era exactamente de amigos.-

Luka sabía perfectamente el porque lo cuidaba, porque de repente había querido protegerlo, sus sentimientos había crecido, y no era exactamente el de amigos.

Pero sabía que el Omega estaba roto, primero necesitaba sanar y curar la herida, no estaba dispuesto a confundir sus emociones ni sentimientos.

-no lo sé. Tal vez es mi instinto de alfa.-mintió con una sonrisa.-anda, ven a comer.-

★ ★ ★

El silencio reinaba dentro del coche, ni Erick ni Ezra querían pronunciar alguna palabra, uno no estaba dispuesto a hablar, pero el otro tampoco quería escuchar.

En los asientos traseros pudo escucharse un suave ronquido, cosa que le provocó una pequeña y tierna risa al rubio, Antonio ahora estaba dormido.

Ezra noto aquella risilla, rodó los ojos y apretó con fuerza el volante.-¿No pudiste dejar a tu novio en la ciudad?-

El Omega arrugó la nariz.-¿Perdón?-

-si está tan cansado debería haberse quedado a descansar. Este no es su problema. No tienen que estar pegados todo el tiempo.-

-no seas ridiculo. Antonio es hijo de mi esposo, tiene la edad de Diego, no podría estar con él.-

-entonces si fuera mayor no habría problema.-hablo con seguridad.

-no creas que lo sabes todo.-se cruzó de brazos y dirigió su vista a la ventanilla.

Ezra relajo su rostro y trato de estar tranquilo, pelear no le ayudaría en nada.-imagino que tú vida familiar es perfecta. No cualquiera se lleva bien con un hijo que no es suyo.-

-¿Experiencia?-

Movió los hombros.-tuve relaciones antes, pero nadie supo que Diego era mi hijo.-

-¿Por qué se lo ocultaron?-lo miro de manera curiosa y triste.

El alfa sentía la mirada del Omega sobre si, pero decidió simplemente seguir mirando al frente.

-porque yo no era nadie. No tenía nada. Así que mis padres ofrecieron criarlo como suyo, lo educaron y amaron como si fuera propio. Estudie un par de años en el extranjero, al comenzar a trabajar parte del dinero lo mandaba para él. Prometí contarle la verdad algún día. Pero después... Simplemente no pude. Quería evitar esto, nunca quise hacerle daño.-

Erick se encogió en su asiento. Se abrazo a si mismo y desvío la mirada del alfa.

-después de abandonarlos mi padre me obligó a casarme con el padre de Antonio, recuerdo perfectamente que mi padre anhelaba que fuera un Omega sumiso. Dos meses después del matrimonio quedé embarazado, pero perdí al bebé.-

-¿Lo perdiste?-

Asintió.-el padre de Antonio encontró una fotografía que escondía de Diego, me golpeó hasta cansarse.-sonrio con tristeza.

Ezra quería regresar y golpear tanto al esposo de su ex pareja, como al que una vez fue su suegro, pero simplemente se limito a apretar con fuerza el volante y morderse la lengua.

-¿Y qué hizo tu padre?-

-simplemente me culpo. Fue entonces que decidí que no sería un número más. Comencé a cantar y así poder perforar la burbuja en la que mi padre me obligó a vivir.-el Omega observo a ese alfa en los asientos traseros, quien dormía con tranquilidad.-Antonio fue un pilar que logro ayudarme a estar de pie, él ha sufrido tanto como yo, siempre que puedo lo ayudo, para que no dependa de su padre del todo.-

-¿por qué no te has divorciado?-

-porque la amenaza de mi padre aún sigue en pie.-

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Destinados. (OMEGAVERSE.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora