Capítulo 7.

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Conforme pasaban los días, la amistad de Luka y Diego era un poco más transparente, no salían a pasear, pero en la escuela estaban casi siempre juntos, haciendo de lado que ambos se sentaban uno al lado del otro.

Frank, Carlos y Mario, también ya se habían acostumbrado a tener cerca al Omega, llegando a tomarle cariño y verlo como a un hermanito al cual debían cuidar de los alfas que intentaban endulzarle el oído.

Diego se sentía cómodo estando entre ellos, los alfas lo cuidaban y también le pedían ayuda en las tareas y trabajos que no entendían, así como también le pedían consejos sobre como cortejar a los omegas.

Lo que le desconcertaba, era ver qué su hermano ya no se molestaba si los alfas estaban con él, tal parecía que su hermano lo comenzaba a soltar.

Al terminar las clases de aquel día, el pelinegro se acercó a su hermano.-tengo una reunión de profesores, ¿Me esperas en el coche?-

-descuida, iré a casa en transporte.-

Luka, al estar a su lado, escucho lo que los hermanos hablaban.-si quieres te puedo llevar.-

Diego estaba preparado para escuchar el discurso de su hermano, uno que jamás llegó, Ezra solamente miro al alfa con un poco de enojo.-si le veo algún rasguño no te lo voy a perdonar.-

El castaño sonrió, se acomodo la mochila y miro al rubio.-te espero en el estacionamiento.-

Cuando el salón quedó vacío, Diego se acercó a su hermano y le sujeto suavemente de la mano.

-¿Te encuentras bien? Te noto extraño. Antes no dejabas que nadie se me acercara, ahora me junto con cuatro alfas y parece que no te importa.-

El beta soltó una carcajada para después envolver al menor entre sus brazos. -¿Extrañas mis celos de hermano tóxico?-

-solo es extraño.-

El mayor soltó al rubio, a quién miro con una sonrisa.-quiero cambiar, debo comenzar a hacerme a la idea de que tarde o temprano debes tener pareja. Estoy comenzando a soltarte.-

-eso es bueno, extraño, pero me alegra.-

-debo irme. Ve directo a casa, nada de que se desvían.-el menor asintió y salió del salón.

Lo que había dicho sobre soltarlo no era broma, pero también debía admitir que en parte le preocupaba más el hecho de que Erick estuviera en la ciudad, y si esos alfas estaban con él, podrían cuidarlo.

★★★

-si quieres déjame en la plaza.-

-¿En la plaza?-cuestionó el alfa cambiando de ruta.

-si. Olvide que mis padres no estarán en casa. Ríete si quieres, pero me asusta estar solo.-

-te ofrecería ir a mi casa, pero te sentirías incómodo ya que también estaríamos solos.-

-no me importaría, confío en tí. Además, no quiero estar rodeado de mucha gente.-

-de acuerdo. ¿Quieres que pasemos a comprar algo para comer?-

★★★

Al entrar a aquella casa ajena, el rubio se dio cuenta que el alfa vivía muy bien, era una casa con bastante espacio.

Luka se encargo de poner varias cobijas y almohadas en el suelo, de manera en que ambos estuvieran cómodos.

Encendieron la televisión y disfrutaron de una deliciosa comida mientras disfrutaban de una buena película que ambos habían escogido.

Destinados. (OMEGAVERSE.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora