-¿Hay alguien que te guste?-preguntó aquel cantante rubio mientras caminaba con el hijo de su esposo.
Aquella pregunta logro engrandecer las pupilas del menor, provocando también una pequeña sonrisa.
-claro que si lo hay. Cuéntame, ¿de quién se trata?-
El menor soltó una pequeña risa, recordando a ese Omega; su corazón comenzó a latir.-es un chico, es lindo y algo reservado, no hablamos mucho, pero cuando lo conocí es como si todo estuviera tomando sentido.-
-¡Podría ser tu destinado!-
-seria ridículo, hemos hablado muy pocas veces, es imposible que lo sea.-
-por supuesto que no.-el rubio se detuvo y miro al adolescente mientras sujetaba sus manos. -mira, cuando escuchas su voz solamente puedes céntrarte en él, su mirada puede hipnotizarte, te gusta todo de él y no sabes el por qué. Sientes que todo estará bien si el permanece a tu lado, quieres protegerlo y... Si no estás con él sientes... Qué mueres.-
-¿Es lo que sientes por mi padre?-
Los ojos del rubio comenzaron a cristalizarse, notando aquello, el menor se acercó para poderlo abrazar, no entendía muy bien esa reacción, pero le dolió verlo sufrir.
De inmediato una camioneta negra se freno de golpe frente a ellos, asustandolos a ambos.
Ezra bajo y se acercó amenazante al Omega rubio, quién fue protegido por Antonio, poniéndose frente a él.
-¿En donde está?-preguntó molestó y mirándolos con rabia.
-¿Dónde está quién?-
-¡Diego!-
-¿Como es que no sabes en donde está? ¿No está contigo? ¿No se supone que deberías estar cuidando de él?-
★★★
Prácticamente el clima era maravilloso, el cielo estaba despejado y la brisa era fresca, y aún así aquel pequeño omega descansaba sobre la cama, la cual también dejaba contemplar una vista hermosa de la laguna frente a la cabaña.
Dos suaves golpes se escucharon en la puerta.-¿Puedo pasar?-
-por supuesto.-
El joven alfa castaño entro con una charola en las manos.-te traje el desayuno.-
Sobre un pequeño mueble dejo el desayuno, el Omega trato de sonreír amable.-te lo agradezco, se ve delicioso. Pero no tengo hambre.-
-entiendo. Podemos guardarlo para más tarde.-
Luka entendía por el dolor y las dudas por las que el rubio podría estar pasando, así que se limitó a recostarse junto al Omega, a quien abrazo y recargo en su pecho.
Diego no se quejo, simplemente disfruto de la tranquilidad que el castaño le hacía sentir.
-no tienes que estar conmigo, puedes salir y caminar si quieres, o hacer cualquier otra cosa.-
-no quiero hacer cualquier otra cosa, estar contigo es agradable.-
Una lágrima escapó de los ojos del menor, lo que había escuchado el día anterior había regresado a su cabeza.
Sus manos apretaron suavemente la ropa del alfa.-soy un tonto, toda mi familia me engaño. Ahora entiendo porque mis padres jamás fueron a mis juntas escolares, siempre recurrían a Ezra cuando se trataba de mí. Fui tan estupido que jamás lo noté.-
-no digas eso, no es verdad. Obviamente no ibas a sospechar, desde pequeño pensaste que así funcionaba tu familia.-
-¿Qué se supone que debo hacer?-con lágrimas en los ojos, se removió y quedó sentado frente al alfa.
-deberias hablar con ellos, arreglar las cosas. Y no hablo de tus padres, hablo de... Bueno... En teoría si son...-
El Omega soltó una tierna risa.-entiendo lo que quieres decir, debo hablar con Ezra y Erick. Pero me asusta saber la verdad.-
-pero es lo mejor, así diciparas tus dudas.-
-¿Y si mejor no volvemos?-
-me encantaría.-con delicadeza acercó al rubio hacía si, comenzando a acariciar suavemente su cabello.-pero aún hay cosas que tenemos que hacer.-
-no creo que sean importantes.-
-claro que lo son. Hay que terminar nuestros estudios, conseguir trabajo, enamorarnos, cometer locuras, tener citas románticas y cursis como en las películas, conocer lugares nuevos, conocer más personas. Claro que no en ese orden.-
-¿Y si estoy roto? ¿Aún así puedo hacer todas esas cosas?-
-siempre hay alguien dispuesto a repararnos.-
-¿Y si no hay quien quiera repararme?-
Luka se acercó y le beso su mejilla con ternura.-entonces yo lo haré.-
Aquellas suaves palabras lograron conmover al rubio, quien sonrió y de nuevo se recostó en el pecho del castaño.
★★★
Ezra manejaba por las calles de su ciudad, intentaba encontrar a su hijo en algunos lugares que pensó frecuentaba, a su lado estaba Erick, quién había subido a la camioneta del beta sin preguntar y sin dudarlo.
-¿Ya llamaste a sus amigos?-
-Luka no contesta, y los otros tres no saben nada.-respondio molesto.
-entonces llamare a los padres de Luka.-
-¿Los conoces?-
-son Verónica y Joel.-
-¿Los que conocimos de jóvenes?-el Omega asintió y el beta rodó los ojos, sin duda el mundo era pequeño.
El Omega ignoro aquel disgusto del beta, realizó la llamada y a los tos timbres atendieron.-hola, quiero hacerte una pregunta, ¿De casualidad Diego está cerca? Quisiera hablar con él.-Ezra le miro en cuanto el Omega guardo silencio, notando de inmediato como sus expresiones cambiaban.-¿Cómo dices? Olvídalo, vamos para tu casa, estoy con Ezra.- cólgo.
-¿Qué te dijeron?-
-maneja, te indicaré la dirección.-
★★★
Al llegar a la casa ajena, ambos padres descendieron y se dirigieron a la entrada de dicha casa, la cual abrieron sus puertas de inmediato.
-pasen.-la mujer fue quien los recibió.
Ezra entro rápidamente e inspeccionó la habitación con la mirada.-¿En donde está mi hijo?-
-por favor, toma asiento, necesitamos hablar.-
-¿Le sucedió algo?-
Ni la mujer o su esposo respondieron, se limitaron a esperar a que el beta se sentará frente a ellos, a su lado estaba Erick.
-si estuvo aquí, pero nuestros hijos se fueron gracias a algo que Diego escucho.-
El beta rodó los ojos, algo muy dentro de él ya sabía que el Omega lo había escuchado, pero aún así esperaba que estuviera equivocado.
-necesitan hablar entre ustedes, arreglen las cosas, Diego estaba destrozado.-
-¿Arreglar? No hay nada que arreglar.-con molestia Ezra miro al Omega a su lado.-en está historia ya sabemos que camino escogió cada quién.-
-puedes estar equivocado.-interrumpio la mujer mirando de inmediato al rubio.-hablen con la verdad, necesitan estar bien por Diego, ya que sabe que ustedes son sus padres.-
-si lo prefieren nosotros estaremos en el jardín.-el hombre miro a su esposa, renegando internamente se puso de pie y camino junto a ella.
-¿Para que les dijiste eso? Yo quería escuchar, Verónica.-
Los dueños de la casa salieron, dejando así que la ex pareja mejorará su relación, no por ellos, sino por su hijo.
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Destinados. (OMEGAVERSE.)
RandomUna familia "perfecta". El secreto de un hermano. Y un Omega que oculta que es acosado, es de lo que trata la historia. Hechos impresionantes que te sorprenderán.