Capítulo 18.

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Erick fue dado de alta al siguiente día en la noche, fue llevado a su hogar en el coche de su ex esposo junto a Antonio.

En casa lo esperaba Luka, Diego y Ezra.

Este último veía como Erick era atendido por aquel hombre de lentes, la sangre le hervía de verlo tan cerca del rubio. Erick notaba las sutiles miradas de Ezra, de cierta manera le causaba risa la cara molesta que ponía el profesor.

El rubio cantante se acercó al beta, de inmediato llamo su atención.-necesito hablar contigo, ¿me acompañas a mi recámara?-

Ezra asintió mientras se levantaba y caminaba tras él, llegaron a la habitación y ambos se sentaron al borde de la cama.

-pense que tan siquiera irías a recogerme al hospital.-habló Erick simulando una sonrisa.

-¿Y para que? El padre de Antonio te está dando toda la atención que necesitas.- rodó los ojos y miro directo al suelo.

-luces tierno cuando estás celoso.-le tomo de la barbilla y lo obligó a mirarlo.-¿Qué es lo que te molesta?-

Ezra sintió como el calor se apoderaba de sus mejillas, aquel bello omega lo miraba con cierta curiosidad.

Ezra suspiro y trato de contener el aliento.-sabes, no debería estar aquí contigo, él podría enojarse.-

-Carlos ahora es mi amigo. Quiero que te quede claro.-

-no es lo que escuche. Los oí cuando hablaban en el hospital, te pidió otra oportunidad.-

Erick sonrió divertido.-estabamos hablando de lo que yo te diría a ti. Él sabe que quiero comenzar de nuevo contigo, también lo sabe nuestro hijo.-

-¿Hablaste con Diego sobre esto?-

-eres el único que no lo sabe, tenemos el apoyo de todos.-

Ezra sintió la cabeza del omega recargarse en su hombro, con gentileza lo abrazo y lo acercó hacia él.-¿Crees que lo nuestro funcione? No somos los adolescentes de antes.-

-y eso está bien.-aclaró jugueteando con los dedos del beta.-pero si no quieres estar conmigo lo entenderé.-

El silencio se hizo presente, Erick comenzó a sentirse incómodo, así que opto por levantarse y volver a la sala, pero antes de abrir la puerta sintió como le tomaban suavemente del brazo.

Ezra lo miraba con ternura. Se le acercó y sus labios se unieron, un beso dulce y tierno, habían esperado tanto para volver a estar juntos, está vez no iban a desaprovechar la oportunidad.

***

Diego miraba como el amor de sus padres volvía a ellos con el paso de los días. Amaba verlos felices y compartir la felicidad con ellos.

Ezra había decidido dejar libre al padre de Erick, claro que quería matarlo, pero sabía que si lo hacía terminaría en prisión, y no quería perder a su familia, no de nuevo.

Ezra estaba aprendiendo a controlarse, pues ahora Carlos; el padre de Antonio, y Erick, se habían vuelto los mejores amigos.

Carlos intentaba mantenerse al margen, pues notaba las miradas de odio que Ezra le dirigía, claro que ese hombre ya no quería nada con Erick, había encontrado una hermosa amistad a su lado.

***

-¿Estás bien?-cuestionó el castaño al ver tan pensativo al rubio menor.

-si, solo pensaba en los proyectos del colegio.-

El romance entre los jóvenes iba de maravilla, se apoyaban y animaban mutuamente, claro que su romance subía cada vez más de nivel, pero siempre se cuidaron y tomaron sus preocupaciones.

Al terminar el ciclo escolar, decidieron que se irían a una universidad en el extranjero, claro que Ezra pego el grito en el cielo, pero Erick hablo con él y no le quedó de otra que aceptar.

Por su parte los adultos siguieron con sus carreras. Ezra seguía dando clases y Erick realizaba giras, claro que unas duraban más que otras. A diferencia de lo que muchos pensaron, la distancia no los separó, pues cuando volvían a encontrarse compensaban el tiempo perdido.

La demanda en contra del padre de Erick aún estaba en pie, no se encontraba preso porque el hombre había escapado.

Dejando ese asunto de lado, practicamente la vida de todos habia mejorado, incluso la de Antonio, pues las sesiones con su padre funcionaban, se llevaban de maravilla.

Al terminar de vaciar su casillero, suspiro agotado. En unos meses comenzaría una nueva etapa, la vida de un universitario no sonaba muy fácil.

-¿Antonio?-su cuerpo se estremeció, conocía aquella voz a la perfección. Se trataba de Emiliano, el omega de quién se había enamorado.

-hola.-trato de disimular su nerviosismo.

-hola. ¿Es verdad que entraste a la universidad diecinueve?-

-si.-

-¡Que suerte! Me quedé en la misma.-

-felicidades.-suspiro agotado, tal parecía que el destino quería verlo sufriendo por ese adorable omega.

Pensó en confesarle sus sentimientos, pero cayó en cuenta de que no era el mejor momento, tal vez más adelante podría confesar lo que sentía.

Fin

Gracias por quedarse hasta el final, la historia tal vez no quedó como pensaba. Pero fue escrita con cariño ❤️


Cuenta de respaldo JoannaLuna01

Destinados. (OMEGAVERSE.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora