〃 ♡̶' skɥfɑll 럐 | 𝘆𝘂𝗻𝗴𝗶 ❕

mom i missed you.

Mingi y él se habían quedado profundamente dormidos después de haberse estado dando mimos por un buen rato. Y no fue hasta que el doctor entró junto al mismo enfermero de antes que los hizo despertarse y separarse.

Eran alrededor de las 1:45 de la madrugada cuando aquello pasó.

No se tardaron mucho, fue un pequeño chequeo de rutina que llevó menos de 30 minutos. Le habían indicado que todo estaba bien y que los exámenes de gabinete que se había hecho horas atrás estaban bien.

Tenía una costilla rota pero no era nada del otro mundo. Sanaria y se repondría en unas semanas si se cuidaba bien.

- Eso es todo por ahora, cuando amanezca vendrá una enfermera a verte y luego yo regresaré a revisarte para darte de alta -le explicó mientras apuntaba algo en la libreta que colgaba de su cama- Tu madre ha despertado hace dos horas y deseaba verte pero supongo nadie vino a avisarte -le decía sin apartar la mirada de las hojas blancas- Tienes autorización para ir a verla si así lo deseas. Solo procura tener cuidado y usa la silla de ruedas si vas a ir. Es en el siguiente pasillo, habitación B-117.

Terminó de decirle y dejó de lado la libreta antes de despedirse y salir por la puerta, dejando al enfermero con ellos.

- ¿Piensa ir? -preguntó curioso.

Yunho miró a Mingi con algo de duda. No sabía si quería ir en realidad, estaba nervioso. ¿Qué tal si estaba molesta con él por haber hecho lo que hizo?

- Iremos solo si tú quieres ir -le respondió con una pequeña sonrisa adormilada, dándole seguridad.

- Está bien -asintió más convencido que antes y giró el rostro para ver al enfermero- ¿No hay problema si vamos ahorita, no?

- No lo hay. Ella estaba despierta cuando el médico y yo fuimos a verla hace solo unos minutos.

- Está bien -asintió convencido y comenzó a levantarse de la cama con ayuda del enfermero y de Mingi.

Él quiso caminar hasta la silla de ruedas que estaba al lado de la puerta pero su novio no se lo permitió - Puedo hacerlo solo Gigi.

- Tienes que tener cuidado, estás lastimado. Ya escuchaste lo que dijo el doctor.

- No me puedo lastimar si camino de aquí a la puerta, no exageres -molestó el castaño mientras se sentaba en la silla de ruedas que el enfermero le había dejado enfrente.

- Su novio tiene razón, debe cuidarse bien y no esforzarse demasiado. Una costilla rota puede ser muy dolorosa y difícil de sanar si no tiene cuidado.

Yunho solo soltó una pequeña risa divertida y no comentó nada más.

El enfermero estaba listo para tomar de las agarraderas de la silla para llevarlo hasta la habitación de su madre pero Mingi se le adelantó.

- Puedo llevarlo yo, muchas gracias -hizo una pequeña reverencia y comenzó a avanzar hacia la puerta.

- ¿Está seguro? Es mi trabajo después de todo -le decía mientras abría la puerta de la habitación para ellos.

- Estoy seguro, no hay problema. Es mi novio y futuro esposo después de todo -dijo a lo último y terminó de sacarlos a ambos de la habitación.

Yunho no se hizo esperar y soltó la carcajada más sonora y sincera que su garganta pudo emitir.

- ¿Q-qué ha sido eso? -cuestionó, tratando de no volver a reírse pero se le hizo imposible.

- Yah, ¿De qué te ríes? ¿Te parece divertido? -preguntó molesto.