No sabían cuanto tiempo había pasado desde que se habían mudado para comenzar una vida juntos, lejos de su antiguo hogar.
Tal vez habían pasado cuatro o cinco años, no estaban seguros. De lo que si estaban seguros era que no se arrepentían de nada de lo que habían hecho como pareja esos últimos años.
Habían logrado terminar la universidad, conseguido un trabajo estable y habían encontrado un apartamento lo suficientemente grande para ellos dos y su perro.
Todo estaba a como debía de estar. En calma.
Solo que a pesar de tener un hogar juntos, una mascota encantadora y trabajos buenos y con buena paga, hacía falta algo. Algo que a Mingi le causaba cierta molestia e incomodidad a pequeñas escalas.
Y es que a pesar de que ambos llevaban bastantes años viviendo juntos como pareja, ellos aún no daban el siguiente paso. El siguiente gran paso en su relación.
No era del todo necesario: después de tanto tiempo juntos bajo el mismo techo, compartiendo rutinas y responsabilidades; ellos ya parecían un matrimonio.
Parecían una pareja casada sin realmente serlo.
Y eso le molestaba a Mingi. No es que no fuera feliz en ese instante, sino que, en su cabeza no paraba de pensar en la idea de tener a Yunho como su esposo. Poder llamarlo su esposo oficialmente.
Pero solo era eso: una idea, casi un sueño o una ilusión.
- Amor, ¿estás escuchándome? -escuchó a su novio llamarle y levantó los ojos aturdido.
Se había desconcentrado por completo pensando en ese tema, otra vez.
- Ah, sí sí. Lo siento solo me perdí un poco en lo último -sacudió un poco la cabeza tratando de restarle importancia y observó al rubio con suma atención esta vez- ¿Qué decías?
- Te decía que tenemos que ir a comprar el regalo de bodas de Wooyoung y San esta tarde que tenemos libre -repite mientras acaricia la cabeza de su perrita Himeko.
Mingi asiente con la cabeza, recordando la razón por la cual su novio había llegado a irrumpir en su tranquila partida mañanera de Nintendo.
¿Y como había podido olvidarlo? Sus mejores amigos iban a casarse en menos de dos semanas y ellos aún no tenían su regalo de bodas. ¿Qué tan distraído había estado esos días como para haberlo olvidado por completo?
- Está bien, vayamos hoy. ¿Ya tienes una idea de qué regalarles? -le pregunta mientras reinicia el juego una vez más.
- No aún no y es por eso que estoy aquí ahora. Para que me ayudes a pensar pero al parecer estas más distraído pensando en cualquier otra cosa que en esto -suelta lo último en un murmuro pero logra escucharlo a la perfección, reconociendo ese peculiar destello de enojo en su voz.
En ese momento sabe que no le conviene seguir con la cabeza en las nubes y que tiene que ponerse serio con el tema de la boda para evitar que el rubio explote del estrés.
Porque sabe que está estresado, puede reconocerlo en su mirada.
Así que decide salirse del juego y apagar el televisor para poner toda su atención en el rubio a su lado.
- Lo siento, es que no tengo ideas de regalos. Nunca fui a una boda -trata de excusarse y evade la mirada acusadora que su novio le da.
- ¿En qué tanto piensas últimamente, Song Mingi? -y finalmente lanza la pregunta que ha querido hacerle desde hace varios días atrás.
- ¿Yo?
- No, Himeko -responde con sarcasmo y se atiene a voltear los ojos- Por supuesto que tú Mingi, ¿quién más sino?
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〃 ♡̶' skɥfɑll 럐 | 𝘆𝘂𝗻𝗴𝗶 ❕
Romance♡̶'【 El mundo de yunho se desmorona cuando sus padres se enteran de que es gay y está en una relación con song mingi. 】 蛤 ⸻ j.yh & s.mg 蛤 ⸻ Segunda parte del libro: ' valentine's da...