Los recuerdos cortados

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Nunca te habías sentido tan feliz de disfrutar de la cálida luz del sol después de salir de ese macabro edificio en el que te estabas quedando. Pasaste alrededor de diez minutos caminando por los largos pasillos y abriendo las puertas incorrectas antes de finalmente encontrar la entrada principal del edificio... o la salida en este caso? Como puedes ver, tu sentido de la orientación estaba completamente fuera de control.

Después de encontrar con éxito el camino fuera del laberinto interior de la funeraria El Camino, fuiste recibida por dos personas. Al principio, parecían estar un poco sorprendidas de verte con ropa normal en lugar de tu uniforme original Fatui, pero te dieron la bienvenida de todos modos.

—¡Buenos día! — Saludó Paimon con entusiasmo, agitando los brazos en el aire.

Lumine también sonrió alegremente.
—Me alegra ver que estás bien, [T/N]. Tenía miedo de que tuviéramos que abrir un ataúd en caso de que te enterraran por accidente... Hu Tao tiende a emocionarse demasiado con su negocio.

Sentiste que una sonrisa torcida recorría tus labios mientras agitabas la mano para descartar la suposición de la Viajera:
—¡La directora Hu Tao es una gran anfitriona...! Sólo estoy agradecida de que me permita quedarme con ella a pesar de mi antecedente militar... jajaja...

—Bien entonces, es una gran noticia saber que ambas se llevan bien— Lumine giró sobre sus talones y te hizo un gesto para que la siguieras —El plan de hoy consiste en cero batallas, así que deberías estar bien sin armas por ahora. Como te prometí, te ayudaré a encontrar una cura para la enfermedad de tu hermano. Xiangling, Xingqiu y Chongyun nos esperan cerca del puente principal del puerto.

Realmente no había nada más que pudieras hacer, tampoco era como si pensaras por ti misma. Así que, sin decir nada más, seguiste a Lumine y Paimon.

Iban en dirección a la izquierda, pasando despreocupadamente junto a los guardias de la Geoarmada para no llamar la atención. Los niños corrían con toda alegría, así como los vendedores ambulantes que intentaban llamar la atención sobre los artículos que vendían.

Sin embargo, no podías quitarte de la cabeza el hecho de que el Banco del Norte estaba literalmente encima de tu cabeza. Tendrías muy mala suerte si te viera alguno de los trabajadores Fatui, o incluso el maestro Childe.

Te veías y te sentías como la turista de Snezhnaya que todos decían que eras, el atuendo casual era prácticamente el disfraz perfecto y casi a prueba de tontos. Juraste a su majestad la Zarina que miraste a los ojos de algún oficial de la Geoarmada y solo reaccionó con un “¡El mal nunca prevalecerá!” Al menos no te sentiste como una idiota...

Tras unos minutos bajando un largo tramo de escaleras, te acompañaron hacia el puente del puerto. A la izquierda y detrás de un humeante carrito de comida estaba el trío de mejores amigos, ellos también te saludaron cordialmente.

—¡Hola, mi señora! — Xingqiu saludó.

Xiangling estaba revolviendo alegremente una olla hirviendo.
—¡Buenos días!

—Hey — Chongyun reconoció tu llegada, haciendo una pausa en su lamida de paletas.

—Hola a todos... — Contestaste con la voz más fuerte que pudiste.

El exorcista se rió para sus adentros.
—Pareces agotada.

—Ese sello de protección que me diste... me hizo tener un sueño muy raro...— Explicaste con mortificación, estremeciéndote al recordarlo.

—No me culpes, chica Fatui, eres la que está durmiendo encima de una funeraria— Los labios de Chongyun se dibujaron en una sonrisa mientras masticaba el palito de helado —Entonces, ¿qué te tiene tan alterada, [T/N]? ¿Soñaste con fantasmas o algo por el estilo?

Dirty, Little, Traitor [Scaramouche x F!Reader]  ¡Español!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora