Dirty, Little, Traitor [Scaramouche x F!Reader] ¡Español!

El reencuentro en tus sueños

Los sonidos del agua corriendo llenaban tus oídos hasta el punto en que todo lo que podías escuchar era violencia amortiguada. Las olas chocaban contra la superficie helada y rompían el cristal en millones de fragmentos afilados. Tu cuerpo, por primera vez, se sintió tan frío.

Podías oír todo lo que ocurría a la vez, gritos, armas chocando, gritos de tu nombre. Pero, al mismo tiempo, estabas inmóvil, quieta como una estatua. En este estado onírico, empezabas a pensar que era la única vez que realmente te sentías en paz.

Los sueños que soñaste siempre se sentían vacíos, como si faltara algo, dejados de lado. Como si tuvieras recuerdos que estaban siendo bloqueados a propósito para que los recordaras. Incluso tus pesadillas parecían estar bloqueadas también. Eso era lo que más te asustaba. ¿Eran esos pensamientos tan horribles que sería mejor borrarlos por completo de tu mente?

—Con esa ropa cutre, pareces un aspirante a viajera que se perdería de camino a la puerta de piedra.

En medio del caos que retumbaba en tus tímpanos, los comentarios sarcásticos de Scaramouche te hicieron volver a tus sentidos. Tan cliché como suena, no pudiste evitar sentir cómo tu corazón aceleraba su ritmo cardíaco al oír su voz, convirtiéndote en un desastre sin aliento.

—Realmente quiero arrancártelo... No puedo explicar cómo me hace sentir... Parece que ya no me perteneces— Su voz se agitaba, pero se elevaba lo más mínimo y sabías que estaba sonriendo con nostalgia.—Ah, me estoy molestando más solo de imaginarlo.

—Sus palabras son muy duras, señor...

Apenas fue sorpresa a estas alturas, Scaramouche se te apareció en otro sueño. Sin embargo, admitirás que estabas un poco sorprendida por la docilidad de sus acciones. Esta vez, no estaba haciendo nada violento ni arremetiendo contra ti. No parecía que te fuera a golpear, tirarte al suelo o agarrarte por el cuello. Sólo estaba... de pie frente a ti con las manos detrás de la espalda, tranquilo como los momentos antes de una tormenta.

Qué triste. Solo te sentías segura con el Scaramouche en tus sueños. Al menos sabías que no había forma de que pudieras morir aquí, eso era lo más tranquilizador hasta ahora. El hombre que viste frente a ti estaba lleno de orgullo, calculando cada acción, cada palabra, era perfecto en todos los sentidos posibles. En tus sueños.

—¿Me extrañaste? — Comenzó a quejarse cuando vio tu respuesta silenciosa —No te atrevas a sacudir la cabeza. Quiero que uses tus palabras, dime que me extrañaste. Haz las cosas más fáciles para los dos y habla. Necesito saber cuán terriblemente enferma estás sin mí para poder aprender más de tus debilidades.

—Lo extrañé mucho, mi Señor... tanto, podría decir que mi salud también se está viendo afectada...— No tenía sentido negarlo. Por el tono de tu voz, incluso la persona más inconsciente entendería cuán sinceros eran tus sentimientos —¿Me extraña usted también, señor?

Sus ojos perdieron su brillo cuando una expresión melancólica se dibujaba en sus facciones. Parecía que Scaramouche estaba atrapado en medio de estar enojado y sin emociones. Una burla salió de él.

—¿Qué te crees, chica estúpida?

Avergonzada de escuchar su respuesta, apretaste los dientes y te obligaste a callar. Te sentiste estúpida. Te sentías como una tonta. ¿Qué persona en su sano juicio fantasearía con conocer a la misma persona que quiere alejarte de este mundo? ¿Eras una especie de masoquista? Empezabas a temer lo peor para ti.