LOVE STORY. Pedri González♡

6. Viaje y maletas.

6| Viaje y maletas.

25 DE DICIEMBRE DE 2022
Canarias.

Dana.

Hace una semana que Pedri volvió y hemos aprovechado pasar todo el tiempo posible juntos, nos pusimos al día con las cosas que hemos logrado durante estos últimos años.

Él me contaba que le esta yendo super bien en el Barcelona y que fue una locura jugar un mundial, se que se ha esforzado mucho llegar en donde está y le dejé en claro que estaba súper orgullosa de él.

Pedri también me felicitó y se alegro por los libros que escribi este último año y flipo cuando vio cuantas personas me siguen en la aplicación donde público mis libros.

Eran las siete de la mañana y estaba en mi cuarto corrigiendo el capitulo que tenia pensado publicar en la noche, mientras sonaba Taylor Swift de fondo. El tema de la universidad no me dejó actualizar seguido pero mis lectoras me entendían y eso se me hacía, aparte de bonito, quitarme un peso de encima.

Unos golpecitos en la puerta hace que deje de escribir y levantara mí vista hacia donde provenía el sonido.

— Hola, pequitas — saluda el Canario entrado a la habitación con una taza en sus manos.

— Pepi, hola — con una pequeña sonrisa, bajo el volumen de la música.

Se acerca mi para darme un pequeño beso sobre mí frente y, seguidamente, dejar la taza a un lado de mi portátil para después tirarse a mí cama, despreocupado, que quedaba al lado de mi escritorio.

— ¿Has terminado el capitulo? — colocando sus manos debajo de su cabeza mientras cierra unos segundos los ojos.

— Gracias por el café — le agradezco antes de darle un sorbo — Si, ya terminé el capítulo, ahora lo estoy corrigiendo para publicarlo por la noche.

— Me he cruzado con tu padre — me explica — A dicho que estabas un poco agobiada y para eso necesitabas una taza de café.

— Si, esto me ayuda.— apunto la bebida — pero la verdad es que  solo son excusas para seguir tomando café — sonrió llevándome la taza a mis labios.

— Te va a hacer mal beber demasiado café — me regaña.

— Lo siento pero es lo que me mantiene viva. — arrugó la nariz — No podría sobrevivir sin el. — me escojo de hombros restándole importancia al asunto.

De un movimiento rápido se incorpora en la cama para estirándose un poco a mi y picarme en las costillas, acción que hace que me remueva como un gusano en mi lugar, alzó un poco la taza para que el liquido no se derrame entre nosotros.

— Para ya o te doy una ostia que te cagas. — digo agitada tratando de calmar mi respiración.

— Exclamo la princesa. — bromeó poniendo los ojos en blanco, volviendo acomodarse en la cama. — Por cierto, nuestros padres nos están esperando para desayunar y luego abrir los regalos — me recuerda.

Noche buena la pasamos en la casa de los González, como todos los años, y quedamos que por la mañana volveríamos a juntarnos para desayunar y abrir los regalos juntos. Cosa que me he olvidado completamente pero no lo menciono.