LOVE STORY. Pedri González♡

20. Pijamada.

20| Pijamada.

MARZO 2023.

Dana.

Pedro ha sufrió una lesión y hace casi dos meses que está sin jugar, desde ese entonces estuvo algo ocupado con entrevistas y publicidades y consultas a su médico. No teníamos mucho tiempo para pasar juntos, aunque vivamos en la misma casa no cruzamos muy poco, porque yo me levantaba muy temprano y volvía tarde y cansada, que lo único que quería hacer era tirarme a la cama con él a dormir.

Por la tarde me la pasaba en una cafetería cerca de la universidad para terminar mis deberes y comer algo, luego volver a la uni para no estar yendo y viniendo de casa hasta aquí. Por eso después bajar del bus — que gracias a Fer he aprendido a guiarme un poco en esta ciudad — y caminar unos minutos hasta casa, he comprado algunas cosas para una noche de pelis.

Me apetecía mucho pasar más tiempo juntos. Se que se encontraban de muy mal humor desde hace un tiempo por no poder jugar, Mary me lo ha contado y quiere que hablará con mí novio.

Así que después de abrir la puerta de la casa a duras penas, ya que tenía mi bolso colgando en mis hombro, las bolsas del súper y unos libros bajo mí brazo. Al entra dejo las llaves en el mueble que está en la entraba para ir directo a la sala, donde no se encontraba nadie, solo el televisor encendido dando una reality show.

— ¡Hola!... He llegado. — aviso dejando mí bolso y los libros sobre el sofá, observo a mí alrededor y oigo agua correr que proviene de la cocina.

Camino hacia allí con las cosas del Supermercado. Al entrar me encuentro con Fer lavando los platos.

— Hola, Danita. — me saluda sobre su hombro al verme entrar. — ¿Has cenado?, mí madre te ha dejado algo en el microondas.

Dejo los chuches y los helados sobre la isla para ir directo microondas, pero antes paso por al lado del mayor para dejarle un beso en la mejilla como saludo.

— Buah, hizo pasta con albóndigas. — digo mirando el plato tan delicado.

Al lado de sandwich de jamón y queso que cómo todos los días por el medio día, esto era una gloria. Hace unos días que no cómo como una persona normal.

— Eligió la cena por ti, pensó llegarias a cenar. — me cuenta secándose las manos con el trapo cuando termino de limpiar. Arrugó la nariz por sentirme culpable por no llegar a cenar y él me sonríe. — Tienes que quitarte algunas materias, te pasas todo el día en la universidad.

— Joder, lo sé, pero es que me están yendo también en todas las materias. — respondo después de agarrar una botellita de agua del refrigerador y sentarme a comer. — ¿Dónde está tu madre?.

— Se fue a acostar con mí padre.

Se sentía en un tabure frente de mí, mientras yo llevo un bocado de pasta a mí boca, cierro los ojos saboreando la comida, en eso lo escucho soltar una carcajada para luego quedarnos en silencio unos minutos, pero Fer no tarda en hablar.

— No quiero meterme en tus cosas, se que lo hablas con mí hermano... — empieza cauteloso — Pero creo que estás tratando mantener tu mente ocupada en algo que no te va a ayudar a olvidar eso que te hace mal.

Trago la comida y levanto mí vista al escucharlo. Tenía razón, me la pasaba estudiando encerrada en un café para olvidarme de todo lo que tenía en mí cabeza; en mí padre que no me contestaba las llamadas y que no sabía cómo le está yendo a mí madre en rehabilitación.

— Mí padre no me contesta las llamas y no sé nada de mí madre. — me atrevo a decir en voz alta. — Se que soy egoísta por querer saber por mis padres cuando yo he decidido alejarme de ellos pero... Apesar de todo son mis padre, Fer.