LOVE STORY. Pedri González♡

14. Confianza.

14| Confianza.

Dana.

Habia terminado de hablar con mi padre por llamada, como cada noche, cuando sabía que estaba desocupado y no estaba en la costa trabajando. Le he preguntado por Victoria pero rápidamente me cambio en ha cambiado el tema. Papá no era muy bueno para mentir y sabía que estaba escondido algo, pero aún así no insistí, y dejé que me contara su día.

Lo echaba mucho de menos. Me ha dicho que pronto vendrán a visitarnos.

Luego de rato, al cortar la llamada, me mantuve pensativa y preocupada toda la maldita noche. Daba vueltas en la cama tratando de dormir, pero el resultado que obtuve fue terminar llorando por sobre pensar. Odia que me pasara eso pero no lo podía controlar. Las lágrimas salían por si solas.

Estaba apunto de quedarme dormida cuando escucho la puerta abrirse después de unos golpecitos en esta.

— ¿Te has dormido?.

Lo escucho preguntar en un susurró. Su voz hizo que abriera los ojos. Estaba de espalda a él, mirando hacía la ventana. No le contesté pero aún así escuche sus pasos acercase a la cama para luego sentir el borde hundirse un poco.

— Lo siento. — vuelve a hablar. — Me he comportado como un idiota.

Pues si.

Él seguía disculpándose, mientras yo estaba tratando de hacerme la dura e ignorarlo pero me dio penita. Así que después de unos minutos me doy la vuelta, disimuladamente, para observarlo; estaba sentado en el borde de la cama, cabizbajo con sus manos en su regazo, parecía preocupado y arrepentido.

— Vale, yo entiendo si no quieres perdonarme pero...

— Ya te he escuchado suficiente. — lo interrumpo.

Al escucharme, gira la cabeza rápidamente para mirarme sorprendido.

— ¿Has estado despierta todo este tiempo?

Ruedo los ojos y asiento.

— Pues, si. — sonrió al verlo preocupado — Te perdono, pero eso no quiere decir que me haya gustado tu comportamiento.

Bufa y se acostándose a mí lado. De costado, como yo lo estaba. Uno frente otro. Mirándonos fijamente.

— Lo sé. Es que... al ver cómo hablas con él me hizo sentir inseguro. — murmuró, avergonzado — Estábamos intentando algo y dejarnos de hablar por algunas semanas. Pense que tú ya no querías nada.

— ¿En serio crees que no quiero nada con el chico que me gusta desdes pequeña?. — pregunto. Sonríe y baja su mirada a mi mano, que reposaba sobre la cama, acerca su mano para empezar a acariciar mí palma como si fuera de porcelana. — No tienes porque estar inseguro. — vuelvo a hablar después de unos segundos — Solo quiero contigo y nadie más.

Nuestras miradas conectan y sus ojos marrones tenían un brillo que, por alguna razón, me gustaban. Nos quedamos en silencio un rato sin apartar nuestras miradas.

Silencio. Eso es lo que que sentía cuando estábamos juntos, era como si fuera que el tiempo se congelaba y no importaba lo que pasará a nuestro al rededor. Solo éramos él y yo en nuestro mundo. Me preguntaba si el sentia lo mismo.