10. No quería que fuera así.

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10| No quería que fuera así.

Pedri.

Mi cabeza repetir una y otra vez el beso que nos dimos bailando, no puedo y no quiero sacarme de mi cabeza a ella y sus labios contra los míos.

Los pocos minutos que duro fue mágico, porque luego se esfumó de mis brazos como arte de magia, ni siquiera puede detenerla o decirle nada, se alejo dejándome solo en el medio de la pista confundo.

Mi mejor amiga de la infancia me ha besado y me ha encantado.

Ahora que lo pienso no tuve que besarla estando ebria, pero tenía tantas ganas de hacerlo que no podía negarme a el beso que siempre deseé.

Dana me gustaba desde que tenía memoria, nunca se lo dije porque tenía miedo de que ella no sintiera lo mismo y se alejará por mí culpa. Pero joder, nos hemos besado.

¿Eso quiere decir que ella siente lo mismo?

¿O solo iba ebria y lo hizo por estar asi?

¿Y si no lo quiso hacer?.

Mi cabeza iba a explotar de tantas preguntas que me hacía, mientras caminaba rápidamente hacia la salida de la casa para encontrar a Dana.

Ella no conocía la ciudad y temia que se pierda o le pasará algo y más por el estado en el que se encontraba.

El aire frío choca contra mis mejillas rojas por el calor de la casa, haciendo que me de un escalofrío por todo el cuerpo. Cuando me pongo en medio a la calle, miro para todos lados buscando algún rastro de Dana. No la veía por ninguna parte y eso me estaba empezando a desesperar. Rasqué mi nuca pensando en que hacer.

Segundos después empecé a caminar hacía mí coche, saque mi móvil de bolsillo para desbloquearlo y meterme al chat Fer. Necesitaba avisarle que nos iba a casa, que cuidara de Gavi para que no hiciera ninguna tontería.

No le dije nada sobre Dana, sabía cómo iba a reaccionar si se llegaba a enterar que algo le había pasado, siempre la cuidaba como si fuera su hermana menor. Guardando mi móvil nuevamente en el bolsillo antes de montarme al auto y ponerlo en marcha para manejar calle abajo.

Miro por todas partes buscándola, tan lejos no puedo averse ido, a cambio de que haya pedido un taxi, claro.

Deje ese pensamiento atrás cuando a lo lejos pude divisar la cabellera pelirroja y ese vestido negro pegado al cuerpo que resaltaba sus silueta. Le quedaba tan bien.

Bajo la ventanilla cuando detengo el auto a su lado. Al voltear su cabeza a mí dirección, sentí mí pecho apretarse al observarla.

Su maquillaje estaba algo corrido por las lágrimas que deslizaban sobre sus mejillas. Se abraza a ella misma cuando llevo su cansada mirada a mi.

— Sube al coche, Dana. — le pido casi suplicando.

Siguió mirándome con una expresión neutra, parecía decidida en no subir y quedarse ahí parada toda la noche.

— Pues, si quieres no me hables. — vuelvo a hablar con una voz suave, mientras alargó mi brazo para abrir la puerta copiloto. — Pero hace frío y tú sola aquí no te quedarás. Sube.

LOVE STORY. Pedri González♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora