22

3.8K 468 7
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La tenue luz de las velas iluminaba los aposentos de Oberyn Martell mientras el príncipe de Dorne se encontraba sumido en sus pensamientos. No estaba de humor para recibir visitas ni para lidiar con los asuntos políticos que su matrimonio con Aegalys Targaryen conllevaba. La princesa había estado enferma en los últimos días, y su presencia en su vida solo aumentaba su descontento.

Justo cuando Oberyn se preparaba para sumergirse aún más en su soledad, la puerta se abrió de golpe y su hermano mayor, Doran, entró apresuradamente.

"Oberyn", exclamó Doran con seriedad.

El príncipe de Dorne alzó una ceja, curioso por la urgencia en la voz de su hermano. "¿Qué sucede, hermano? Estaba a punto de disfrutar de un poco de paz".

Doran cerró la puerta tras de sí y se acercó a Oberyn con una mirada preocupada. "Hay un asunto que requiere tu atención inmediata. Un maestre está en camino para inspeccionar a Aegalys. Parece ser que su enfermedad no es una simple indisposición".

Oberyn suspiró, cansado de los problemas que rodeaban a su esposa política. "¿Qué tiene que ver eso conmigo? Ya le he expresado mi disgusto por este matrimonio. No puedo soportar su presencia".

Doran lo miró directamente a los ojos. "Quiero que estés a su lado en todo momento mientras el Maestre la examine. No importa cuánto la detestes, Oberyn, ella es tu esposa y podría estar en peligro. Tu presencia será necesaria y reconfortante para ella".

Al día siguiente, el Maestre llegó a los aposentos de Oberyn acompañado por varios sirvientes. La princesa parecía pálida y débil, estaba acostada en la cama, lo que solo aumentaba la incomodidad de Oberyn. La mirada del principe se posó sobre ella, notando su debilidad, y sintió una punzada de preocupación, la cual desapareció rápidamente.

El Maestre comenzó a realizar su examen, mientras Doran permanecía al lado de Oberyn, observando la escena en silencio. Después de algunos momentos de tensión, el Maestre finalmente habló: "Princesa Aegalys, me complace informarles que su mal estar no se debe a una enfermedad grave. Está embarazada".

El sorprendente anuncio llenó la habitación de un silencio abrumador. Aegalys y Oberyn se miraron entre sí, sorprendidos por tal revelación. Sus miradas se encontraron en un instante de complicidad, mientras una mezcla de emociones recorría sus rostros.

Doran rompió el silencio y se acercó a Aegalys, colocando una mano sobre su hombro. "Felicitaciones, Aegalys. Esto es una bendición para nuestras casas. Espero que esté niño traiga alegría y unión a nuestras familias".

Aegalys, emocionada y abrumada, asintió débilmente. "Gracias, Doran. Aprecio tus palabras".

Doran sonrió satisfecho, sabiendo que aquel acontecimiento cambiaría muchas cosas en su reino. "Este es un gran acontecimiento, Oberyn. Un heredero para Dorne, un lazo aún más fuerte con los Targaryen".

Oberyn asintió, con los ojos fijos en Aegalys. "Gracias, hermano." Agradeció burlescamente.

"Debo admitir que esto es inesperado", murmuró Oberyn" felicidades, esposa mía. Espero que esté embarazo te brinde la felicidad que tanto anhelas" termino de decir con una sonrisa sarcástica.

Aegalys lo miró, buscando algo en sus ojos, pero solo encontró una máscara de indiferencia. "Gracias, Oberyn", respondió con una voz temblorosa.

Doran, satisfecho por haber cumplido con su deber, se levantó de su asiento. "Ahora que conoces la noticia, espero que cumplas con tu deber y estés al lado de Aegalys en este momento crucial. Nuestra alianza con los Targaryen se fortalecerá con este nuevo lazo de sangre".

Oberyn asintió con solemnidad, retirándose de los aposentos de la princesa, dejándola allí sola con su hermano y algunas sirvientas.

The Union Between the Dragon and the Red Viper; Oberyn MartellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora