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Aegalys se encontraba acostada sobre una manta en el suave pasto de los jardines de Dorne, disfrutando de la cálida brisa que acariciaba su pálido rostro.
Acariciaba su vientre de ocho meses, deleitándose con los deliciosos bocadillos que sus damas de compañía habían preparado para ella. A su lado, se encontraban sus siete fieles compañeras y también se habían unido las jóvenes hijas de Oberyn, Obella, Dorea y la menor de todas, Loreza, con quienes, estos últimos meses, se habían convertido en parte de su círculo más
En ese idílico escenario, Lady Myria irrumpió, Aegalys arqueó una ceja, intrigada por las palabras de su dama de compañía. "¿Qué es lo que sucede, Myria? ¿Qué comentarios están circulando?"
Myria tomó aliento antes de continuar. "Los rumores dicen que su hermana, la princesa Daenerys, ha logrado algo increíble. Se dice que ha hecho renacer a los dragones en nuestro mundo, que ha traído de vuelta a esas majestuosas criaturas que creíamos extintas". Aegalys escuchó atentamente las palabras de Lady Myria, pero al principio se mostró escéptica. ¿Cómo era eso posible?.
La princesa abrió los ojos con sorpresa, sus labios formaron una pequeña "o" mientras procesaba la información. "¿Dragones? ¿Renacidos?".Aegalys frunció el ceño, sin poder creer completamente lo que acababa de escuchar.
Durante años, los dragones habían sido meras criaturas de leyenda y fantasía. Habían desaparecido del mundo mucho tiempo atrás, junto con su familia Targaryen. Sin embargo, la posibilidad de que los dragones volvieran a existir despertó en Aegalys una mezcla de emoción y escepticismo.
Lady Myria asintió solemnemente. "Entiendo que pueda parecer increíble, mi señora, pero los testimonios son numerosos y parecen creíbles. Hay quienes afirman haber visto a los dragones volando sobre antiguos volcanes y otros lugares remotos. Las historias se han propagado por todo Westeros".
Aegalys se quedó pensativa por un momento. En su interior, un sentimiento de curiosidad comenzaba a crecer, mezclado con un toque de esperanza. Si los rumores eran ciertos y los dragones habían regresado, ¿qué significaría eso para su propio linaje y su futuro?
"¡Eso no puede ser cierto!", exclamó Aegalys, intentando descartar la idea como pura fantasía. "Los dragones son criaturas míticas, extintas desde hace siglos. Estas noticias solo pueden ser producto de rumores exagerados. Simples habladurías". Quitó importancia con una sonrisa en su rostro.
Pero, a pesar de sus dudas iniciales, Aegalys no pudo evitar sentir una punzada de curiosidad que se apoderaba de su corazón. Su hermana y ella habían compartido un vínculo inquebrantable desde el nacimiento, y si había algo de verdad en aquellas historias, deseaba saberlo.
La mirada de Aegalys se perdió en el horizonte, su mente divagando entre posibilidades. ¿Cómo sería volver a ver a los dragones, a esas criaturas legendarias que habían sido símbolos del poder de su familia durante generaciones?
