Una Boda Con Mi Jefe [Liskook] ✔️

Capítulo 24

Sentimientos.

Al llegar, Jungkook le dió un recorrido por toda la villa. Lisa se quedó extasiada al ver la extensión del jardín posterior, era hermoso, Wonyoung disfrutaba mucho del paseo, pero en un momento se empezó a remover en los brazos de Lisa para que Jungkook la cargara, él felizmente lo hizo, amaba a su hija y le encantaba tenerla en sus brazos.

Continuaron el recorrido hasta el pequeño establo, solo se encontraban tres caballos y un pequeño potro. Wonyoung trataba de tocarlos pero Jungkook no la dejaba.

— ¿Son peligrosos?

— No estoy seguro, estos caballos son de los cuidadores y lugareños, alguno de ellos no tienen espacio para sus caballos y cuando compre la villa ya traía el establo, así que se los ofrecí a cambio de vigilancia y un sueldo justo.

— Es un trato inteligente —concedió, trataba de no ser tan fría pero mantenía las distancias cosa que estaba exasperando a Jungkook. Odiaba sentirla tan distante.

Regresaron a la casa donde Grace les tenía la cena preparada, los cuatro comieron en el comedor de la cocina. Lisa y Grace conversaban animadamente mientras Jungkook de reía al escuchar las anécdotas sobre su fase rebelde.

— Una vez estaba castigado, pero quería salir y tuvo la brillante idea de saltar de la terraza de su cuarto, así fue como consiguió un yeso por cuatro semanas continuas.

— No me lo recuerdes, fueron las peores cuatro semanas de mi vida.

— Eso sucede cuando eres joven, tengan paciencia, cuando esa pequeña crezca y traiga a más de uno tras sus huesitos, conocerán las dificultades de ser padres porque... —Grace dejo la frase al aire al ver la cara de Jungkook.

— Falta mucho para eso —menciono frunciendo el ceño.

Lisa lanzo una carcajada, ver a Jungkook en modo celoso por su hija le dió mucha ternura.

— Bueno ya es muy tarde, deberían de ir a descansar —les recomendó Grace al ver que ya habían terminado su comida.

— Si, tienes razón —Lisa a pesar de haber dormido en el avión, aún tenía bastante sueño.

Se despidieron de Grace y tomaron a Wonyoung en brazos para llevarla hasta su habitación. Jungkook había mandado a equipar el dormitorio de la niña hace una semana y quería ver la reacción de la tailandesa. Tenía la leve esperanza que si él veía todo el esmero que había puesto en esa habitación, de daría cuenta que la amaba y la perdonaría por la estupidez de besar a Sana.

— Está es la recamara de Wonyoung —al abrir la puerta dejo que ella entrara primero para luego encender la luz dejándola impresionada.

Era muy similar a la recamara que tenía en casa, la cuna, una mecedora y un cambiador, pero habían más detalles, ella se fijó en las frazadas rosas que adornaban su cuna y en las estrellas pegadas en el techo, estás también se encontraban en la pared pintadas, un móvil musical de encontraba sobre la cuna y daba luz para evitar que la pequeña se quedará a oscuras dentro de las figuras había unas pequeñas estrellas.

Jungkook se acercó a Lisa por la espalda y se pegó a ella.

— Wonyoung es mi pequeña estrella.

Lisa sintió el ya conocido nudo en su garganta, odiaba esos detalles porque la hacía amarlo más.

— Te agradezco el detalle —su voz sonaba quebrada una vez más— Pero como sabemos, esto solo es temporal.

Y Jungkook no lo pudo odiar más, era cierto, el mismo había dicho esas palabras tiempo atrás, porque en su momento lo sentía así y no podía estar más arrepentido de haberlo hecho.