Capítulo 32

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El esposo de Lisa.

Absolutamente todos estaban impresionados. Jackson jamás espero que Jungkook se presentará en el almuerzo.


— ¿Su esposo? —la voz de Marco rompió el silencio observando como el hombre tomaba de la cintura a su hija.

— Si señor, su esposo, ¿algún problema? lo sabría si hubiera contestado algunas de las llamadas que le hizo su hija para invitarlo a usted y al resto de su familia a nuestra boda.

Marco hubiera preferido que lo golpearan antes que enterarse de eso.

¡Por Dios! ¡¿Qué hizo?!

Se perdió la boda de su hija.

— ¿Estás casada? —la voz de Minnie los hizo recordar que ella seguía ahí.

No lo podía creer, su hermana menor la marginada se casó antes que ella, se sentía enojada y la envidia la recorría al ver lo apuesto que era Jungkook.

— Si, Minnie. Jungkook y yo nos casamos y adoptamos a nuestra hija.

Chitthip estaba en shock.

¿Su hija, casada?

Ella jamás espero que Lisa encontrará a alguien. Ahora veía todo lo que pensó que ella no lograría y había logrado, era increíble.

— Espera, si tú trabajas para la empresa —dijo Minnie atacando con enojo— ¡Te casaste con tu jefe!

Todos voltearon a ver a Lisa esperando una explicación, pero para sorpresa de todos Jungkook fue el que contesto.

— Efectivamente, Lisa trabajaba para mí cuando empezamos a salir —se giro hacia Marco y Chitthip— Déjenme decirles que criaron a una mujer con grandes principios. Pase meses pidiéndole una cita y su hija siempre me la negaba alegando que no era correcto —volteó a ver a Lisa que lo miraba con una sonrisa por su historia falsa— Me tocó muy duro antes de conseguir que dijera que sí, y a los meses le pedí que fuéramos esposos.

— Yo, ya lo sabía —les dijo Jackson en un suspiro.

— ¿Por qué no nos dijiste? —reclamó Marco molesto.

— No me correspondía decirles papá, yo simplemente apoye a lo hermana cuando ella me lo pidió.

— De hecho, fue Jackson el que me entrego a Lisa en el altar —resonó la voz de Jungkook otra vez en el lugar, les quería demostrar de todo lo que se perdieron al ignorar a su hija.

El rostro de Marco lo decía todo. Se sentía dolido por no haber podido entregar a su niña el día de su boda. Pero como Jungkook dijo, fue su decisión.

— Lo mejor es que nos retiremos —siguió diciendo Jungkook cada vez más enojado.

— Si, es lo mejor —apoyo Lisa, tomando su bolso.

— Jungkook yo... —empezó a decir Jackson pero Jungkook lo interrumpió inmediatamente.

— Después hablaremos Jackson, ahora necesito asegurarme que mi esposa esté bien.

— Estoy bien, cariño. Es solo un rasguño.

— Rasguño o no, iremos a curarte. Claramente te rompieron el labio.

— No se pueden ir, debemos aclarar todo esto —se quejó el padre de Lisa.

Jungkook lo miro molesto. Si fuera por él, ellos jamás volverían a ver a su esposa, pero Jungkook sabía que debían aclarar todo por el bien de Lisa.

— Está bien, podremos vernos otro día —Lisa pronunció suavemente con la mirada fija en Jungkook pidiendo apoyo.

Él suspiro y asintió. Al final de cuentas Lisa era la que tenía la última decisión.

— Estoy de acuerdo, los esperaremos mañana en la villa de los Jang —Jungkook reprimió sus impulsos de decir todo lo que pensaba pero al ver la mirada de los miembros de la familia de Lisa, supo que ello ya lo intuían.

— Ahí estaremos.

— ¿Todo bien? —el gerente del restaurante se acercó para ver si todo estaba en orden cuando vió movimientos raros desde el otro lado del ala.

— Todo excelente, muchacho —respondió Marco.

Jackson lo saludo alegremente, tenía tiempo sin verlo en el pueblo. La vista del gerente se dirigió hacia Lisa que de encontraba junto a Jungkook a punto de irse.

— ¿Lalisa? —la aludida volteo a ver encontrandose con un hombre castaño, bastante alto.

— ¿Sí? —preguntó ella dudosa de quién era el sujeto.

— Soy yo, Kim Taehyung, ¿me recuerdas?

Oh...

Era el imbécil que le rocío la pintura encima el día de su baile de graduación.

— Mírate, te ves genial —dijo observandola de pies a cabeza, de verdad que había cambiado.

Lisa sintió los dedos de Jungkook clavarse en su cintura pidiendo presentaciones.

— Gracias, eh... te presento a mi esposo, Jeon Jungkook y él es Taehyung, un bueno compañero de clases.

— Un gusto —dijo observando a Taehyung con modestía. Presentía que algo más que una amistad había pasado entre su mujer y el chico que tenía adelante.

— No sabía que te habías casado.

— Hace unos meses. Espero verte luego Tae, pero tengo que retirarme —corto Lisa bastante incómoda.

— Fue un gusto volver a verte.

— Igual, adiós a todos.

— Nos vemos mañana hija —le dijo su padre dejándole en claro que todavía debían hablar.

— Si, hasta mañana.

Lisa y Jungkook salieron de la estancia dejando un silencio detrás de ellos, se apresuraron a salir del restaurante hasta llegar al auto.

En el camino, Lisa rompió a llorar sin aguantar los acontecimientos del día, Jungkook la tomo en brazos y no la soltó hasta llegar a la casa, aprovecho que su hija estaba dormida y la llevo a la recamara donde la acostó y la abrazo mientras ella lloraba sin poder detenerse. Sentía su corazón hecho un puño al ver a su esposa tan desconsolada. Nunca la había visto así.

— No soporto verte así, Lili.

— Lo siento... es solo que...

— No hables —la interrumpió— Descansa cariño, y no pienses más en lo sucedido.

— Ella me odia.

No era necesario decirle quien era ella. Jungkook sabía perfectamente que se refería a su madre.

— No pienses en ellos, mañana se aclara todo, tranquila.

— No sé que haría sin ti.

— Posiblemente te enamorarías de alguno de esos idiotas que andan detrás de ti.

Ambos rieron mientras Jungkook le limpiaba las lágrimas a Lisa y dejaba un casto beso en sus labios.

Una Boda Con Mi Jefe [Liskook] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora