Desperté más contenta de lo normal, recordé todo lo que había pasado la noche anterior y mi corazón latía como si fuera a salirse de mi pecho en algún momento.
Me levanté, me metí a bañar y saliendo me puse a buscar algo que ponerme.
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Me cambié y baje a la cocina, en la cual, estaba Henry, lo observé y se veía encantador como estaba.
Me daba la espalda, esa espalda ancha, no llevaba playera, tenía su pantalón de pijama, el cual le quedaba algo guango, se dio la vuelta y en el instante en el que me vio, sonrió de una forma tan linda que me hizo derretir.
- Buenos días Abby.- me dijo.
- Bueno días Hen.- me acerque y me senté.
- Prepare el desayuno, hoy te llevaré a la escuela.- lo mire sorprendida.
- Pero Santiago es el que hace eso ya.
- Lo se, pero solo fue por un tiempo, ahora, iré a cambiarme y por lo tanto tú, termina de desayunar.- me dijo y antes de que saliera por la puerta, me dio un beso en la frente.
Yo desayuné tranquila, termine y subí a lavarme los dientes, cuando baje de nuevo, Henry ya estaba en la puerta esperándome, ambos salimos y subimos a su auto.
Después de unos minutos en silencio, decidí hablar.
- Que pasará ahora.- le pregunté y este me miró extrañado.
- Que pasará con que Abby.
- Con nosotros...- él guardo silencio por unos segundos y me miró por unos segundos para después regresar su vista hacia en frente.
- ¿Que quieres que pase?, Porque podemos seguir siendo el amigo de tus padres y tú la hija me mis mejores amigos, o puedo pedirte que seas mi novia y empezar lo que tanto hemos esperado.- me dijo y lo pensé.
Liam no estaría de acuerdo con esto, si mis padres se llegaran a enterar de esto, nos matarían a ambos, pero yo sería la primera, pero por otro lado, se que tendría el apoyo de sus padres y de mis tíos.
"El que no arriesga no gana"
Las palabras de Ethan sonaron en mi cabeza.
- Solo quiero que seas mío.- Henry negó sonriendo.
- Soy tuyo desde que te vi por primera vez niña.- dijo divertido y yo sonreí.
Después de unos minutos, llegamos a la escuela y antes de bajarme me tomo del brazo.
- No te irás sin despedirte.- y dicho esto, me jalo hacia él y me beso, le devolví de inmediato el beso.
Nos separamos y él tenía una sonrisa de oreja a oreja.
- Ahora si puedes irte, te veré más tarde linda.- me dijo y yo solo le sonreí y baje del auto.
Cuándo cruce la puerta del colegio, me tope con James, este me miró y sonrió.
- Parece que alguien despertó de bien humor, a qué le debemos ese favor.- me dijo mi amigo divertido.
- Henry por fin admitió sus sentimientos hacia mí.- le dije y él formó una perfecta " o " con su boca.
- Me estás jodiendo.- negue con la cabeza y este empezó a saltar como un chapulín.
- Sí, sí, sí!!! Maldita sea sí!!!..- grito y salto.
Apuesto a que ustedes también quieren un amigo que se emocioné con su vida amorosa más que ustedes.
- ¿Y hubo beso o algo más haya de un beso?.
- Solo un beso, bueno, dos con el de hace un rato.- volvió a gritar un tremendo "sí" y me abrazo.
- Joder, estoy muy feliz por ti Ab.
- Gracias J.J.- él odia que lo llame así, así que su sonrisa de inmediato se borró.
- Retiro lo dicho, ojalá se vuelva gay y te ponga el cuerno con Ethan.- reí y lo volví a abrazar.
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Iba en el auto con Santi y este una tarareando una canción, yo iba concentrada en mis notas, ya que estaba a punto de empezar los exámenes, la carrera que estoy estudiando no es tan larga, así que si pasaba los exámenes, saldría de la universidad más rápido que los demás, pero si los reprobaba tendría que empezar desde cero, en la universidad eran muy estrictos, así que todos trataban de jamás reprobar.
- Llegamos Abby.- la voz ronca de Santi me saco de mis pensamientos.
- Gracias Santi.- le di un beso en la mejilla y salí del auto.
Entré a la empresa y subí al elevador, cuando estaba a punto de cerrarse, una mano lo detuvo, y la persona que lo detuvo me sonrió en cuanto me vio.
- Parece que alguien tuvo una muy buena noche.
- Hola para ti también Ethan.- este solo me sonrió divertido.
- Hola Abby, que novedades hay.
- Bueno, te sorprenderá saber que Henry admitió por fin sus sentimientos.- le dije y él abrió sus ojos con sorpresa.
- ¿Eso quiere decir que ya no tendré que fingir coqueteó contigo?.
- Así es.- soltó un suspiro pesado y sonrió.
- Me alegra saberlo, no quería morir siendo tan joven y guapo. Felicidades Abby.
- Creí que sabías como mantenerlo bajo control.- le dije divertida.
- Vamos linda, ambos sabemos cómo es Henry, ni siquiera el mismo demonio podría salvarse de él si intentará coquetear te, eres como su diamante más preciado.
Las puertas del elevador nos interrumpieron y este bajo en el mismo piso que yo.
- Ya estoy aquí.- dije entrando en la oficina de Henry.
Este al instante me sonríe y me abraza, sus ojos van a alguien detrás de mí y su sonrisa se borra.
- Aún sigo enojado contigo por haber estado de acuerdo con ella.- dijo Henry
- Oye, es muy persuasiva.- le dijo Ethan llevándose la mano al pecho dramáticamente.- Y ambos sabemos que ya era hora de que dejaras tu orgullo a un lado y lo admitieras.
- Después hablare contigo.- yo solo sonreía divertida.
Ambos se miraban como querido matarse.
- ¡A trabajar ya ustedes dos!.- les dije y ambos saltaron por mi repentino grito.
- No te salvas de está Ethan.- le dijo Henry a mi amigo en tono amenazante.
- Henry.- le dije en tono de advertencia.
- Lo siento linda.- me dio un beso en la frente y se fue a sentar a su silla.- A que venías Ethan.
- Necesito que me firmes esto, y en una semana tienes que ir a reunirte con Francis.
- Perfecto, pásame los papeles.
Deje a ambos en la oficina y salí de ahí, tengo que hablar con Liam, se que se lo tomara mal, muy mal, pero enserio quiero que él lo sepa por mi y no por alguien más.
