Saudade 「 GTOP 」

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         ¿Pedir permiso repentino en su trabajo? Jiyong no hacía esas cosas, era la persona más responsable de toda la editorial y aunque siempre culpaba a su deseo frustrado de ser escritor, la realidad era que disfrutaba inundándose en ese mundo de textos y dirigir impresiones que dejaban a su cargo, sobretodo cuando se trataba de libros. Pedir permisos sin excusas no era parte de él, pero entonces no sabía porqué esa mañana acababa de colgar el teléfono después de fingir estar tan enfermo que su garganta le impedía hablar. Era la primera vez que mentía y todo era por una sola razón: Choi Seunghyun. 

           La promesa de querer pasar el día juntos y la seguridad que Seunghyun le había dado con un mensaje de que pasaría por él y tendrían todo el día juntos, lo tenía entusiasmado y es que aún se recordaba años atrás esperando por un momento así en el que simplemente sin importar que fuese un día de semana, su esposo simplemente decidiera que debían salir. Por eso, apenas escuchó el timbre de la puerta fue corriendo hacia el baño para mirarse en el espejo, su elección del día: un jumper de mezclilla azul y camisa blanca. Rogaba porque no fuese una salida formal. 

—¿Te quedaste dormido? —Preguntó Seunghyun apenas Jiyong apareció por la puerta con su gran sonrisa. El mayor también lucía ropa casual y una gran chaqueta impermeable le cubría el torso, Jiyong supo que había elegido bien. —Si quieres cambiamos de planes. 

—¡No! Estoy despierto, me levanté temprano y desayuné también así que ahora debemos salir. —Habló entusiasmado volteando a mirar a su bolso colgando cerca de la salida, todo porque lo había alistado tres horas atrás. —¿Desayunaste?

—Lo hice, pero no te preocupes tengo también el almuerzo cubierto o intentaré tenerlo cubierto y traje algunos snack para el camino. —Aseguró. —Te gustaban las barras de cereal y frutas así que tengo muchas de esas. 

—Te gustaban a ti, yo prefiero el chocolate. —Dijo entre risas, Seung seguía siendo el mismo que olvidaba algunas cosas, pero eso no quitaba lo tierno que le parecían sus gestos. —¿Nos vamos en...?

—Alquilé un auto, te encantará. —Le aseguró afirmando con la cabeza, con la completa seguridad de que había hecho una excelente elección. 

Jiyong asintió como respuesta, tomó su bolsa y salió de casa, asegurándose de cerrar la puerta tras de sí antes de seguirle el paso a Seunghyun. Aunque no tuvo que caminar mucho cuando tropezaron con una lindo y pequeño jeep verde, de esos que en su juventud veían de lejos sin poder montar. —¿Un jeep? —Preguntó entusiasmado, aunque no lo quiso demostrar.

—Ideal para las montañas, aunque no vamos a acampar. —Le aseguró guiñandole un ojo antes de posar la mano en su espalda y hacerlo caminar hacia la puerta de copiloto. Le abrió la puerta como todo un cabellero y se aseguró de colocarle el cinturón de seguridad, aun cuando Jiyong parecía quejarse del trato excesivo. —Solo saldremos si me aseguro de que estarás bien, hace mucho que no conduzco.

—No es tanto tiempo. —Se quejó, pero sabía que Seunghyun tenía razón porque después de todo él era quien se había adueñado del único auto que su esposo tuvo en toda su vida. Jiyong sonrió cuando Seunghyun finalmente ingresó al auto y lanzó una nueva pregunta. —¿A dónde iremos?

—Te prometí hacer algo así que me he preparado, nadie nos molestara así que te recomiendo apagar tu celular y solo disfrutar de este día, ¿harías eso por mí? —Preguntó. 

—Espero que esto no sea un secuestro. —Dijo de broma, causando que el otro se echara a reír y eso lo hizo sentir una bamboneo extraño en su pecho, ¿desde hace cuánto tiempo no lo escuchaba reír así? ni siquiera lo recordaba. Tomó su móvil, que guardaba en su pequeño bolso y lo apagó.