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         Seunghyun debería estar acostumbrado a la decepción, pero seguía doliendo casi tanto como la primera vez. Cuando despertó se encontró con la tv encendida y él viéndose miserable sentado en el sofá mientras esperaba a que Jiyong llegara. El reloj marcaba las 5:00AM y Jiyong nunca llegó, tampoco avisó de ausencia y todo lo que había preparado se enfrío. Desde la comida llena de los camarones favoritos de su ex-amor hasta el pequeño brazalete que alguna vez lo encontró admirando en una revista de modas. 


        Jiyong no había vuelto a casa y aunque eso no debía sorprenderlo, una parte de su corazón se había entusiasmado con la idea de pasar la noche juntos una vez más, quizás no sería durmiendo juntos como las dos veces anteriores, pero al menos deseaba volver a ver la sonrisa de Jiyong cada vez que comía algo que le gustaba o reía mientras veía alguna película. Tal vez fue iluso de su parte pensar que ahora que estaba recuperado podría tener otra oportunidad para convivir con él, después de todo Jiyong tenía su vida hecha, tenía pareja y estaba seguro de que incluso esos días anteriores lo único que deseaba era salir corriendo a verlo y no quedarse ahí a cuidar de su ex. 


          Aún así no se dejó derribar, con la idea de que Jiyong lo había cuidado, que había prestado su cama para que él descansara y se había hecho cargo de alimentarlo por dos días seguidos, decidió que aún podía premiarlo de alguna forma. Por ello, se dirigió a su lugar de trabajo del muchacho y le pidió a un chico desconocido que por favor entregara una paquete en la oficina del editor Kwon. Dentro estaría la bolsa con el brazalete de oro blanco y un "gracias" escrito con su puño y letra, estaba completamente seguro de que al menos lo reconocería, sobretodo porque había escrito en una tarjeta similar a la que le regaló en su primer aniversario cuando terminaron de remodelar la casa. 



—¡¿Qué crees?! Encontré una casa ideal para ti. —Daesung apareció durante la hora del almuerzo en la puerta de la oficina de Seunghyun con una bolsa llena de papeles colgando en su brazo. —Reciclaje. 

—Oh... Que bueno. —Respondió intentando dejar ir el tema a un lado, como si no supiera que su amigo no lo dejaría pasar.

—Iremos a verla esta tarde, es de el hermano del esposo de mi hermana. —Encogió los hombros restándole importancia. —Está cerca de aquí pero lejos de tu antigua casa.

—¿Lejos? ¿por qué? —Preguntó con el ceño fruncido alzando la mirada para encontrarse con la expresión confundida del otro. Porque claro, la respuesta era más que obvia o al menos debería serlo.

—Bueno, Choi Seunghyun... No sé si te has dado cuenta pero ¡Te estás divorciando! —Exclamó lo evidente. 

—Me enteré de eso, vi los papeles. —Dijo con ironía. 

—¿Acaso quieres ver a tu ex-esposo con su novio todos los días? de por sí Seúl no es un lugar muy grande, así que es posible que te lo encuentres de todos modos.

—No me molestaría. —Respondió desinteresado. —Un encuentro es un encuentro.

—Ah, vamos. —Rodó los ojos, liberando un suspiro contenido desde el centro de su pecho para no sonar tan rudo. —Se nota que sigues enamorado, pero él ya ha seguido su vida y bastante bien, te pidió el divorcio, tiene a otro. ¿Puedes simplemente mudarte y ya?

Seunghyun se rascó la nuca suavemente ladeando la cabeza. Sabía que Daesung tenía razón, Jiyong había avanzado con su vida ante sus ojos y ni siquiera se esforzaba en ocultarlo, entonces ¿debería dejarlo ir? —Si me mudaré solo debo asegurarme que sea esa la casa que quiero.

Saudade 「 GTOP 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora