───15───

80 10 1
                                    


           ¿Qué era lo que tenía Choi Seunghyun que desde la noche anterior no dejaba de dar vueltas en la cabeza de Kwon Jiyong? Quizás era culpa de esa amistosa despedida que le hizo sentir mariposas de una aleta en el estómago o tal vez era el cambio que representaba el no tenerlo nunca más en casa. Sea lo que sea, Jiyong se sorprendió a sí mismo en dos ocasiones diciendo su nombre durante la mañana. La primera cuando pensó que estaba llegando de nuevo a casa y llamaba a la puerta, pero solo te trataba de un mensajero dejando los recibos de servicios del mes. La segunda fue una hora después, cuando reclamó a viva voz que el otro se había bebido todo su té, pero en realidad fue él mismo quien olvidó por completo prepararlo, la vaga costumbre que tenía Seunghyun de dejárselo listo por la mañana quebró algo en su mente.

           A él no le agradaba para nada ese sentimiento, pero no podía evitarlo. Lo más descabellado de toda la situación estaba por llegar. Sin desayunar, tomó su bolsa y salió de casa en su auto, ignorando por completo la falta de té y condujo hasta su trabajo, pensando en la posibilidad de distraerse entre los documentos que debía revisar, en el hecho de ser ignorado una vez más por su novio o cualquier otra cosa que lo hiciera distanciar de Seunghyun. Pero lo que jamás se esperaba era encontrarse frente a frente con la figura de Seunghyun luciendo su uniforme y su gorro de aviador bajo el brazo.

          ¿Has visto en las películas ese momento en el que la chica mas linda aparece en medio de un parque con un vestido amarillo, las hojas de los árboles caen alrededor de ella y la brisa toca sus hebras de cabello haciéndolas bailar con naturalidad como si fuera una con la naturaleza, y es tan hermoso al punto de que no parece real sino un sueño? Esa era la imagen que tenía Jiyong de Seunghyun, solo que no llevaba un vestido y no habían hojas de árboles cayendo y mucho menos un viento moviendo su cabello, era su imaginación viéndolo moverse en cámara lenta. Odio su libre pensamiento en ese momento tanto como sus ideas más insólitas en las que estaba babeando cual adolescente por su ídolo.



—¿Q-qué haces aquí? —El menor atrajo su atención mientras jugaba con las llaves del auto en sus manos. Ni siquiera recordaba que Seunghyun fuese tan alto, ¿por qué era tan alto? —Tienes que trabajar.

—Cambie mi turno para poder desayunar contigo. —Respondió con una leve sonrisa adornando sus labios. Llevaba anteojos transparentes que lo hacían lucir más tonto de lo normal, uno lindo. —Traje tu té. —Indicó alzando una pequeña caja con dos envases colgando entre sus dedos diestros.

—¿Qué te hace pensar que no he desayunado? —Preguntó con tanta seguridad que de haber sabido que su estómago rugió en ese momento con tanta fuerza, hubiese enterrado la cabeza en la primera maceta que viera antes de hablar. Seunghyun sonrió aún más amplio y quiso morirse de vergüenza por ello, tuvo que apretar los puños para fingir que estaba bien y no ahogarse en su propia pena. —Aceptaré porque no debería rechazar alimentos, eso dicen.

—Y porque tienes hambre. —Finalizó Seunghyun con seguridad. De repente se inclinó lo suficiente hasta que su rostro estaba demasiado cerca al de Jiyong, disfrutando de los ojos evasivos de su compañero. —¿Qué quieres comer? guíame, yo invito. 

—Es temprano como para pensar en un banquete. —Entrecerró los ojos, girando la mirada hacia los lados asegurándose inconscientemente de que Soohyuk no estuviese por llegar. En medio de su breve búsqueda notó que la cafetería de la esquina cercana estaba abierta, vendían buenos panecillos y la variedad de cafés estaban bien. —Ya sé a dónde iremos y no acepto quejas.

—¿A un lugar en donde estemos escondidos? —Cuestionó en tono risueño, no era burla pero al mismo tiempo si lo era. Él había notado la mirada temblorosa del otro buscando no sentirse expuesto. —Acepto.

Saudade 「 GTOP 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora