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         Encontrarse frente a frente con Soohyuk no estaba en sus planes y tampoco tener que lidiar con ese revoltijo de emociones que se apoderaron de su estómago para fastidiarlo, tan rápido como apagar una vela, aunque en su caso iba a necesitar todas las velas posibles para afrontar ese tema que sabía saldría a la luz. Ni siquiera había notado cuánto tiempo estuvo de pie frente a la puerta o que Soohyuk seguía sin decir nada, era como si no quisiera hacerlo y Jiyong deseo que no decidiera irse en ese momento, pues si iba a hablar lo que estaba pasando debía ser antes de que se arrepintiera. 


         Sin decir nada más se hizo a un lado, intentando no reaccionar ante los ojos rojizos de su novio, era obvio que había estado llorando y que no iba a revelarlo por toda esa tontería del orgullo macho que tanto odiaba. El mayor tenía una bolsa en sus manos, parecía haber ido a comprar algo que no podía descifrar pero presentía que era comida, quizás había ido con la idea de cenar o tal vez era una bomba de nitrógeno con la que lo asesinaría. 


          Todas las peores ideas cruzaron su mente y entonces sus manos comenzaron a sudar, el pecho comenzó a molestarle, la cabeza le daba vueltas, sentía la garganta seca, todo iba pasando tan deprisa mientras se dirigía con el más alto hasta el sofá después de cerrar la puerta. Tomó asiento y esperó a que Soohyuk también lo hiciera y fue ahí cuando sus ojos se encontraron, ese hombre estaba pidiendo por algo... ¿Terminaría con él? ¿Habría visto salir a Seunghyun antes? ¿Sabía del engaño? su mente comenzaba a hacer mil preguntas y sus ojos a buscar una señal que le indicara si debía huir de inmediato.


        Por primera vez entendía la forma en la que sentía Seunghyun y el arrepentimiento de no hacer las cosas correctas. La diferencia era que Seunghyun le había dicho esa mañana que lo amaba todavía, mientras que él estaba convencido de que su prioridad era Soohyuk, estaba seguro de eso y se convencía de que todas sus acciones durante esos días solo eran producto del distanciamiento entre ellos y de las interacciones constantes con Seunghyun, de la nostalgia y de ese deseo interior de cumplir con lo que quería su ex-esposo: dejar un buen recuerdo.



El mayor recargó la bolsa sobre la mesita del centro en donde solían comer y se acomodó en su asiento tomándose el tiempo suficiente para inhalar y exhalar, repasando las palabras que diría y la calma que debía mantener.  —Hola. —Saludó finalmente como si fuera necesario, de hecho lo era. —Pareciera que ha pasado un tiempo. 

—No ha sido tanto tiempo. —La sorpresa explotaba a través de los ojos de Jiyong, porque claramente no esperaba la visita de Soohyuk y ni siquiera había recogido la mesa del comedor y no sabía cómo iba a explicar eso, no deseaba que lo malinterpretara pero la realidad era que ni siquiera existía una buena interpretación. —No esperaba verte por aquí.

—No llegaste a trabajar así que pensé que estabas enfermo. —Respondió bajando la mirada hacia la bolsa que había dejado sobre la mesa. —Traje medicinas y algunas frutas, vitaminas y... sé que te gusta beber esos jugos de vitaminas cuando enfermas así que-. 

Jiyong notó la mueca que hizo con sus labios, era evidente que estaba incómodo y él también lo estaba. —No tenías que traer nada, ni siquiera sabías si estaba enfermo. —Respondió. 

—Lo sé, creo que estás bien. —Admitió. —Te ves bien. —Asumió al verlo de arriba hacia abajo y confirmando que efectivamente estaba en buen estado, no parecía encontrarse enfermo y mucho menos tenía alguna emergencia. Sus ojos cruzaron por los platos sobre la cocina a la distancia, una de las peores vistas si se lo preguntaban. —¿Él estuvo aquí?

Saudade 「 GTOP 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora