Cap 13: Enfrentamientos

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Eran las siete de la noche y un rubio se encontraba recostado en su cama, mirando hacia el techo de vidrio a través del cual podía ver el cielo azul negruzco y las estrellas que brillaban y sobresalían tan hermosamente

-Una vez más llegó la noche y no puedo dormir porque no puedo dejar de pensar en ti...Helga te amo tanto...¿Qué tengo que hacer para que me vuelvas a querer? – pensaba el rubio, cuando de pronto unos golpes en su puerta lo distrajeron – ¿Quién es? – preguntó el muchacho

-Soy yo hijo – respondió una voz femenina que pertenecía a Stella quien había llegado de viaje esa misma tarde – ¿puedo pasar?

-Si claro mamá...pasa – dijo el rubio sentándose en su cama

-Hola hijo...¿Cómo estás? – preguntó la mujer, sentándose frente a su hijo

-Bien madre, solo un poco cansado – respondió el joven sonando poco convincente

-¿Seguro que estas bien? – volvió a preguntar Stella con incredulidad

El joven no respondió solo se quedó en silencio jugando con sus manos sin levantar la mirada

-¿Arnold?...¿qué pasa?

-Nn-nada mamá...solo...me siento cansado

-Déjame adivinar...¿es por Helga verdad?

El rubio levantó la mirada sorprendido por el comentario de su madre

-Mamá – intentó hablar Arnold...

-Ya sé que ella ha vuelto...por eso estas así

-¿Cómo te enteraste?...¿quién te lo dijo?

-Pues fue Rhonda, ella me lo contó cuando nos encontramos en la tienda de la esquina y me dijo también que está trabajando contigo...¿Por qué no me lo habías dicho?

-mmm...¿para qué te lo iba a decir? – decía el muchacho con un dejo de tristeza en sus palabras

-Pues no sé...simplemente para saberlo...quiero saber las cosas que están ocurriendo en tu vida...quiero brindarte mi apoyo...hijo sé muy bien que estás enamorado de ella y quizá su regreso te ha afectado

-No te voy a mentir madre...la verdad que si me he alegrado de volver a verla, pero a la vez me duele su indiferencia y eso me pone melancólico

-Arnold...yo sé Helga es una buena mujer y si ella está siendo indiferente contigo es solo porque se está protegiendo...recuerda que en el pasado tú no la trataste nada bien

-Si lo sé y no sabes cómo me arrepiento de eso, quisiera poder cambiar el pasado

-Pues, si bien es cierto que no puedes cambiar el pasado, podrías esforzarte para mejorar el presente y construir un futuro lleno de amor para ustedes dos...

-Eso es lo que más quiero madre, estar con ella hasta los últimos días de mi vida, es mi mayor sueño

-Pues todo depende de ti...no le pidas perdón ni te le arrodilles, ella no necesita eso, mejor demuéstraselo con tus actos...haz que ella confíe en ti, enamórala, dale detalles...eso nos gusta a nosotras las mujeres, nos encanta que nos hagan sentir especiales... – aconsejaba Stella a su hijo

-Gracias mamá, tienes mucha razón...amo mucho a Helga y sé que con ella puedo ser feliz

-Y a mí nada me haría más feliz, que verte feliz a ti con la mujer que amas...además Helga me cae muy bien...bueno, ya me voy a descansar, tu padre debe estar buscándome...hasta mañana Arnold – se despidió la mujer dándole un beso en la frente a su hijo

Cuando Arnold se quedó solo nuevamente, se sentía un poco más tranquilo porque sabía que su mamá, tenía razón y tendría que esforzarse para que Helga pueda volver a mirarlo como lo hacía antes.

Vuélveme a quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora