Eran las siete de la noche y el rubio ya tenía su boleto en mano y antes de ir a casa, hizo una llamada
-¿Aló?...¿María?
-¿Hola...Arnold?...que sorpresa tan grata
-Hola...¿podemos conversar?...
-Claro...¿Dónde estás?...¿quieres que vaya a tu encuentro?
-No, no es necesario...yo iré, hacia donde te encuentres tú
-Ah ok, ven a mi casa...¿está bien? – propuso la morena muy emocionada
-Sí, claro...llegaré en media hora
-Ok...te esperaré con ansias
Arnold manejó hasta la casa de María y al llegar, ella lo recibió con mucho entusiasmo
-Hola Arnold, ¿deseas tomar algo?...¿tienes hambre?
-No, no te preocupes...estoy bien...solo quería hablar contigo
-Si dime...¿qué paso??? – preguntó la mujer, sentándose en un mueble de su sala
-María, quería decirte que parto mañana de viaje...y pues, quise venir a agradecerte por todo lo que hiciste por mí
-¿Te vas?...¿con Helga? – preguntó la chica con dolor
-No...me voy solo
-¿Solo? – dijo sonriendo nuevamente – y...¿a dónde?
-A un lugar que no conoces – respondió el rubio con nostalgia
-Pero...¿a qué lugar exactamente?
-Prefiero no revelarlo – volvió a responder el joven muy triste – solo sé que quiero irme lejos
-Llévame contigo – suplicó
-¿Serias capaz de irte conmigo...sin saber a dónde?...¿sin saber el destino?
-Si estoy contigo, entonces no me importa nada...tú me bastas...puedo ir hasta el fin del mundo, pero solo soy capaz, si es que vas conmigo
-Gracias María – respondió el ojiverde conmovido por las palabras de la muchacha – pero, el hacerlo sería egoísta de mi parte, creo que ya te he limitado bastante...dejaste muchos de tus sueños por mí
-Tú eres el mayor de mis sueños...Arnold – dijo la mujer, corriendo a acurrucarse en los brazos del rubio – Arnold, yo te amo...llévame contigo...no me dejes por favor
-No sabes cuánto lamento, no poder corresponderte María, eres una buena mujer...yo no puedo merecer ese amor que me brindas
-Tú eres y serás el único dueño de mi amor
-Te lo agradezco, pero mi amor solo le pertenece a Helga, no puedo amar a nadie más
-Lo sé, pero ella esta con otro ahora...olvídala...y...mírame a mí...por favor Arnold – decía la morena llorando
-Lo siento María, pero no puedo – hablaba cabizbajo
Dejaré mi corazón en la puerta
No diré ni una palabra
Ya todas fueron pronunciadas
Así que ¿por qué no simplemente fingimos,
Cómo si no tuviéramos miedo de lo que viene después,
o de que no quede nada?
-Sé que no me amas y quizá después de hoy...no te volveré a ver, es por eso que te quiero pedir algo...no sé si podrás cumplirlo
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Vuélveme a querer
Fanfiction¡Atención!...El teatro municipal se está cayendo a pedazos, se necesita con urgencia a los mejores profesionales nacionales e internacionales, para que puedan reconstruirlo - es el anuncio que dio la alcaldesa esta mañana. Debido a eso una rubia ing...