Cap 33: Nuevamente juntos

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A la mañana siguiente:

La luz del día, atravesó la ventana y fue a dar, directamente, a la cara de la rubia. La chica aun media dormida pudo sentir un pequeño aire que enfriaba su frente, de pronto escuchó un leve suspiro y producto de eso, despertó completamente y vio al joven dormido a su costado, que la estaba envolviendo con sus brazos...ella empezó a sonreír, cuando de pronto escuchó una voz

-¿Me puedes decir...que es tan gracioso? – preguntó un rubio, aun soñoliento

-Ar...Arnold – dijo avergonzada y bajando la mirada

-¿Cómo amaneció, mi princesa?

-Bbbien...¿y...tú?

-Hoy es el día más feliz de mi vida, pues despertar al lado de la mujer que amo, es lo mejor que ha podido pasarme – le dijo sonriendo – te amo Helga...no me vuelvas a dejar, por favor – habló en un tono casi de súplica

-Yo nunca he querido dejarte Arnold, es solo que...

-Lo sé, yo tuve la culpa de todo...porque debí contarte como pasaron las cosas, desde el principio

-Arnold, yo...estaba muy dolida

-Estabas celosa – dijo besándola

-¿Celosa? – dijo frunciendo el ceño – yo no soy celosa

-ja ja ja...inventa otra cosa, mi amor...porque no te creo

-Bueno, si sentí un poco de celos – admitió la rubia – pero...es que pensé que tú y María...bueno, tú sabes...habían estado muy juntos y...

-¿Qué?...¿qué estás queriendo decir? – preguntó poniéndose serio

-Es que...Susy, me entregó unas fotos...y pues, ahí había una imagen en donde tú te encontrabas durmiendo con María

-Pero...eso es imposible, porque yo nunca me he acostado con ella

-Sí, ya lo sé...María después fue a mi casa a explicarme como pasaron realmente las cosas

-¿María?...¿fue a tu casa?...no entiendo nada – dijo confundido

-Después te explico...igual eso hoy, ya no tiene importancia

-Todo aquello que te genere algún tipo de duda, es importante para mí, pues de eso dependerá, nuestra tranquilidad...Helga – le dijo tomando su rostro – mírame...yo nunca estuve con María, de la manera en que lo estás imaginando, y si en algún momento vuelven a decirte algo por el estilo, te pido por favor, que inmediatamente me lo cuentes...¿sí?

-Sí, mi amor, prometo que te lo diré – respondió la ojiazul, acurrucándose en los brazos de él

Ambos estaban abrazados, cuando de pronto sonó el celular de la joven e hizo que volvieran a la realidad

-No contestes – decía el rubio, mientras la seguía abrazando

-Tengo que contestar, debe ser André...¿Qué hora es?

-Las diez de la mañana – respondió el rubio, sin dejarla ir

-¡¿Qué?! – grito ella, zafándose del abrazo y agarrando su celular – es tardísimo, tengo que ir a trabajar

-Bueno, entonces vamos – dijo el ojiverde, mientras se ponía de pie y jalaba a la mujer

-¿Vamos?...¿A dónde? – preguntó con extrañeza y a la vez, poniéndose también sobre sus pies

-Pues a tu trabajo, a que le dejes claro a André, que no te casarás con él...y también, a que renuncies al Proyecto, porque los que se casaran seremos tú y yo, y nos iremos de luna miel por un largo tiempo

Vuélveme a quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora