Beautiful Monster (Lena G!P)

16

Eliza dormía, habían pasado un par de días desde que había llegado y sólo dormía, lloraba y volvía a dormir ¿Qué carajos pasaba? Esa no era la Eliza que conocían.

Kieran estaba en su modo "Kieran Adjudicadora Luthor" y había dejado su lado infantil de lado. Esto apremiaba ahora, así que estaba dentro de la habitación de Eliza mirándola dormir.

—Eliza, despiértate—dijo bruscamente y zarandeó a la mujer despacio. No sentía la más mínima pizca de empatía por ella, pero estaba intrigada, necesitaba respuestas y rápido.

Eliza se despertó muy lentamente, su ceño se frunció al ver a Kieran y luego su mirada se suavizó, casi parecía que despertaba en un estado emocional y cuando su cerebro aterrizaba y dejaba de estar adormilada se calmaba nuevamente—¿Qué ocurre?

—Dime qué te pasó—Kieran la agarró de la barbilla—me hiciste la vida un infierno y ahora te apareces aquí golpeada como si el infierno lo hubieses vivido tú—la miró a los ojos con odio—dime qué cojones pasa o te vuelvo a golpear mujer.

Eliza la miró a los ojos derrumbada y la abrazó—Golpéame, me lo merezco, mátame, haz lo que quieras, si eres tú yo podré soportarlo—se aferró con tal fuerza a Kieran que la otra por más que intentó bruscamente separarse no pudo.

—¿Qué cojones te pasa vieja loca?—le dio un puñetazo asustada y salió de allí. Kara la esperaba en la sala con cara de preocupación.

—¿Y bien?

—¡No sé que le pasa! Esa mujer se volvió loca dice que le pegue y que está bien si soy yo—Kieran suspiró frustrada—no puedo con esto, tengo que matarla—dijo Kieran sujetándose la cabeza—no puedo verla y no hacerle ningún daño.

—Descuida yo la atenderé hasta que le saquemos información—Kara la abrazó con lentitud y la envolvió en su calidez, esa que Kieran tanto amaba y que honestamente la ponía dura ¿Por qué? Porque era Kara, su gran amor, la dueña de todas sus emociones.

Una de las sirvientas más jóvenes las miró con felicidad—Ya le llevé su cena a la señora del cuarto.

—Bien hecho—respondió Kieran sin salir de los brazos de Kara.—¿Qué hay de cenar?

—Ternera mi señora, con vegetales y luego un delicioso helado de postre con donas de las que le gustan—dijo la chica y los ojos de Kieran se iluminaron.

—¿Te gustan las donas Kara?

—Si cielo, me encantan ¿Comemos juntas?

—Sí por favor—ronroneó las palabras, era increíble lo diferente que se sentía con Kara, la paz que la llenaba, el deseo, la excitación, olvidaba su pasado cuando estaba con ella. Pero tristemente, el pasado era parte suya, y ahora mismo ese pasado estaba allí en ese cuarto.

La sirvienta principal llegó con una expresión sombría—¿Señora Kieran? Debería venir conmigo—miró a la sirvienta más joven con seriedad—y tú lárgate a la cocina, ahora hablaremos.

La chica asintió confundida y se retiró.

—¿Qué pasa?

—Venga conmigo por favor.

—Kara adelántate a la cocina, yo estaré allí enseguida—la miró con ternura y suspiró al verla irse.

—Usted está enamorada—dijo la mujer seriamente—Hasta la médula.

—¿T-tú crees?

—Se le nota señora, además usted le dijo que la amaba.

—Sí pero no pensé ser capaz de sentirlo, pero si tu lo ves también entonces sí tengo cara de idiota.