CHANCE | STRAY KIDS

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— ¿seungmin, qué pasa?

— estoy aún en el trabajo, un compañero de trabajo me llevará.

— oh, está bien, acuérdate de traer el kimchi.

todos miraban atentos a jeongin, quien era el que mantenía la llamada en altavoz para que todos escucharan.

habían planeado un tipo de picnic en un parque cualquiera de la ciudad, habían decidido que sería ese sábado debido a que a nadie le tocaba trabajar ese día, pero daba la casualidad de que al kim se le presentó un trabajo y no tuvo más opción que correr; por eso estaba llegando tarde.

— claro, por cierto, aprovechando que estoy en altavoz  —maldijeron mentalmente el haber sido descubiertos por su amigo, pero aún así no se alejaron del pequeño círculo que habían formado—, ¿puedo llevar a un amigo? es quien me llevará y me da mucha vergüenza que lo haga sin pagarle nada.

— ¿traerás a tu amante? qué agallas, kim seungmin.

bien podrían tomarlo como una broma, pero sabían que últimamente había tensión entre la pareja de menores, todo porque jeongin sospechaba de una "infidelidad". se debía a que seungmin salía mucho de casa, muchas veces con la excusa barata de ser por " trabajo", otras veces era porque recibía llamadas o mensajes, y ni dejaba que jeongin respondiese o viera los remitentes.

claramente yang no estaba bien informado de lo que realmente pasaba.

— cariño, ya hemos hablado de ésto —se escuchó el suspiro lleno de cansancio del alfa, todos (menos la pareja de éste) pensaron que su amigo debía apresurarse si no quería perder a su pareja por un gran malentendido—, mira, ya iremos para allá, no empiecen sin nosotros.

— claro que no su majestad. adiós.

antes de que su pareja pudiera responder, yang cortó la llamada, sacándole unas cuantas muecas de molestia a sus amigos.

— vamos jeongin, ¿enserio crees capaz a minnie de engañarte? —cuestionó el lee mayor, jugando con su teléfono a un lado de su pareja, quien le hacía mimitos en su cabello.

— no conocen a seungmin como yo, es capaz de eso y de mucho más.

— ¡claro que le conocemos! somos amigos desde que teníamos siete años jeongin; te estás comportando como un niño —las palabras de chan hicieron al menor rodar sus ojos y cruzarse de brazos.

— ¿y qué quieren que crea? desde hace tiempo no intimamos, ya casi no cenamos juntos, cuando estoy en casa nunca está, no me deja usar su teléfono desde hace semanas. ¡ya no sé qué creer!

hiroshi no soportaba ver a su amigo así, por lo que sus siguientes palabras, además de salir con desespero, no fueron planeadas.

— ¡va a pedirte matrimonio!

tapó su boca con ambas manos, mirando con ojos abiertos como platos el rostro sorprendido de su amigo, y las rendidas de los demás.

— ¿qué...? no juegues con eso hiroshi.

— él no está jugando. seungmin enserio va a pedirte matrimonio... —hyunjin mencionó con fastidio, acariciando los muslos de felix quien se hallaba sentado entre sus piernas.

— lo siento muchachos... —se disculpó el mitad japonés, mordiendo su pulgar con insistencia.

— está bien, hiro, entendemos que querías calmar a jeongin —el de mejillas grandes se giro hacia último nombrado, mirándole con enojo—, porque alguien no puede controlar sus estúpidos celos y paranoia.